El arquitecto y skateboarder Sebastián Castro (Santiago, 1994) es el creador de Yesporciento, un estudio multidisciplinar que “aborda estrategias para maximizar y fortalecer el espacio público y colectivo”. ¿Cómo? Mediante “escritos, investigación, diseño y arquitectura” centrados en la utilización del “skateboarding y su cultura, entendido como un instrumento relevante en la democratización y flexibilidad de los espacios”.
En este cruce concreto entre skate, cultura urbana y arquitectura se encuentran proyectos como los llamados “Skate Places”, estudios sobre la recuperación y la ocupación de espacios urbanos basado en la mentalidad y mirada sobre la ciudad de quien practica el skate, completamente distinta a la de un peatón común.
“Nuestro enfoque se basa en descubrir valores y significados por medio de la técnica y el movimiento corporal, en convertir y resignificar superfícies en campos de acción y deporte. […] La falta de espacios urbanos flexibles que lleva a la persecución y expulsión de la disciplina de la ciudad, ha motivado a actores locales a autogestionar espacios para el skate: sitios generalmente abandonados, privados o públicos, que deben tener un suelo ‘evidentemente patinable’ y que no genere conflictos con el entorno ni con los vecinos”.
“Nuestra mirada se basa en descubrir valores y significados por medio de la técnica y el movimiento corporal, en convertir y resignificar superfícies en campos de acción y deporte”
Es por esta capa de ‘operar al límite de lo legal’ que esta gestión de espacios “termina siendo un acto político, como lo es el derecho a la ciudad y el espacio público”, comenta Sebastián. El estudio no se ocupa de esta gestión, “colaboramos con comunidades ya involucradas y ponemos a su disposición nuestras herramientas”.
Entre los casos investigados por el estudio en el marco de los “Skate Places”, se incluyen el de No Busta, Pista El Abrazo, Movimiento Galpón, y Kayser Spot, todos ellos en lugares que ya no mantienen su funcionamiento pero que, en su momento, fueron elegidos por su locación geográfica, su escala, sus particularidades y sus condiciones efímeras. Ninguno de ellos tuvo financiamiento externo.
“Mantener vigente No busta era casi una utopia, es un terreno privado en plena Providencia que fue desalojado el 2020 para un proyecto inmobiliario”
“Mantener vigente No busta era casi una utopia, es un terreno privado en plena Providencia que fue desalojado el 2020 para un proyecto inmobiliario. En Kayser Spot faltó tiempo y personas para seguir potenciandolo, los locales también se agotan con el tiempo. Pista el abrazo y Movimiento Galpón, ambos en un mismo espacio, fueron desalojados hace pocos meses; este era el único de los tres espacios para el que tenían el consentimiento del dueño del terreno, un ejemplo de diálogo entre distintos actores e intereses”.
En todos estos espacios recuperados y mejorados el reciclaje se hace presente de forma necesaria y representativa. “Si bien reciclar es una opción evidente para construir espacios autogestionados con recursos limitados o inexistentes; el valor humano y la capacidad de imaginar y crear, lo es todo. Los chicos de Pista El Abrazo llevaron el concepto a otro nivel con el proyecto Recicla Spots, con el que convertían la basura en un recurso y hacían del vertedero próximo, una posibilidad. Esta acción enriquecía aun más la gestión y articulación del espacio porque ponía en evidencia la capacidad transformadora tanto objetual y espacial como comunitaria, que brinda la cultura del skateboarding”.
“[El reciclaje en estos espacios] pone en evidencia la capacidad transformadora tanto objetual y espacial como comunitaria, que brinda la cultura del skateboarding”
Estas investigaciones sirven para discutir sobre lo estudiado y reflexionar a través de textos, publicaciones, diseños y todo tipo de proyectos digitales, y, en el caso particular de “Skate Places”, Sebastián comenta que querían también “registrar fenómenos urbanos posiblemente efímeros, que nos permitieran conocer más profundamente la cultura de apropiación en el skate inserta en el ámbito urbano”. En estos registros se logran crear lazos y el estudio Yesporciento ha obtenido una respuesta muy positiva tanto de skaters que estudian arquitectura que les piden ayuda para sus proyectos universitarios, como por parte de skaters con proyectos similares en Lisboa, Madrid, México, Berlín o Corea.
Actualmente el estudio trabaja en el proyecto de rampas Fast Ramp, y estuvieron colaborando con la oficina Elemental, liderada por el premio Prizker de aquitectura. Además, Sebastián espera poder vincularse más con el mundo académico y construir colaboraciones internacionales con instituciones y personas.
“Esperamos recibir más encargos de diseño de espacios públicos patinables, intervenciones urbanas y colaboraciones con municipios y organismos interesados en cuestiones de planificación urbana y arquitectura. Nos interesa ir involucrando toda las variables, disciplinas y fenómenos del mundo urbano, haciendo espacios públicos mas propositivos y democráticos.
Equipo de investigación «Skate Places»: Sebastián Castro (Yesporciento), Gabriela Valdés (arquitecta asociada) y Lucas Ormazábal (arquitecto asociado).
Fotografías «Skate Places»: Lucas Ormazábal.