Un domingo de diciembre, en el gimnasio del Team Pardo, nos reunimos con Julianno Sosa a conocer más de sus nuevos pasos en el boxeo, instancia en la que hará su debut el próximo 14 de diciembre en el Estadio Nacional. Su espíritu de lucha que ha sido protagonista de lanzamientos como “Life of trap I y II”, “De menor” o “Flaytes NY”, ahora toma una forma literal en su incursión a este deporte, un espacio que desafía su cuerpo y su mente.
En los ecos de una sala de grabación improvisada, donde las cajas de huevos sustituían a los paneles acústicos, comenzó la historia de Julianno Sosa (Puente Alto, 1998) a los 16 años. En esos primeros pasos, entre acordes y letras garabateadas en un cuaderno, encontró una forma de canalizar sus vivencias y transformar un contexto adverso en creatividad. En sus primeros mixtapes Life of trap I y II, reflejó el deseo de un “muchacho humilde, tranquilo, perseverante, ingenioso y joseador”, que también guarda otros intereses.
“Me gustaba mucho el maleanteo, me gustaba la calle, me gustaba mucho contar las cosas que había vivido desde pequeño, las cosas que me tocó ver y dejarlas plasmadas en estas libretas que tenía de niño, que escribía con mi propia letra que a veces ni entendía”.
“Me gustaba mucho el maleanteo, me gustaba la calle”
En sus palabras, hay una transformación respecto a la percepción del trabajo individual y colectivo. “Un líder crea líderes”, afirma, reconociendo que el camino hacia el éxito nunca es solitario. Antes de entenderlo, vivió bajo la idea de que nadie le había ayudado, pero con el tiempo descubrió el poder de unir fuerzas con personas que compartían su visión. Este cambio no sólo redefinió su vida profesional, sino también su propósito: crear un legado colectivo que inspire a otros a luchar por sus sueños.
Ese espíritu de lucha ahora toma una forma literal en su incursión al boxeo, un espacio que desafía su cuerpo y su mente. “Literalmente peleo a combos con mis demonios”, confiesa, en referencia a las batallas internas que lo han acompañado en los últimos años, luego de ser deportado de Nueva York en 2023 y vivir una serie de situaciones que involucraron balas y persecuciones.
“Si yo me he atrevido a meterme en esto, es para luchar contra mis mismos problemas, cosas que me agobian, peleando como siempre lo he sabido hacer, como un guerrero. Me demostré a mí mismo que pude, una vez más gané como un guerrero, una vez más gané como alguien que se sabe plantar y decir ‘voy a pelear’ y ahora literalmente, estoy peleando”.
“Si yo me he atrevido a meterme en esto, es para luchar contra mis mismos problemas, cosas que me agobian”
“Aquí en Chile es un desafío más grande todavía porque al final los peleadores son gente apasionada que no necesitan de nadie”, reflexiona. En este contexto, ve en su propia historia una posibilidad de cambio: usar su experiencia para abrir puertas y crear un camino donde otros no tengan que enfrentarse a las mismas dificultades.
El boxeo ha revelado para Julianno algo más que un desafío físico. Es un proceso de transformación integral que impacta su creatividad, su estado emocional y su forma de enfrentar la vida. Al hablar de los beneficios del deporte, deja entrever una verdad universal: las mayores victorias no siempre son evidentes al inicio, pero se descubren en el camino. Con cada ronda, reafirma su compromiso de dejar una huella imborrable, no solo en el ring, sino en la mente de quienes lo escuchan y lo siguen. Al fin y al cabo, como dice, “somos ganadores y vamos a salir adelante”.
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Créditos del video:
Dirección Audiovisual: Dirección Audiovisual: RIMS @rims___
Foto Fija: Cebra @itscebra
Registro: Nicolás Tapia @nicomatiah_
Maquillaje: Catalina Lagos @lagos___
Post Sonido: Gonzalo Zamora @talozam
Producción: JOIA ESTUDIO @joia.estudio
Locación: Team Pardo @teampardochile