Hay un dicho que dicta que, sí naces en Berlín, te va a gustar la música electrónica y vas a dedicarte al diseño gráfico. No, es mentira, pero a juzgar por la cantidad de gente que asocia la capital alemana con esas dos cosas, pareciera que Tim Lindacher (Berlín, 1991), estaba predestinado.
Si ves sus trabajos en Instagram, no hay duda de que el arte unido con la tecnología, el funcionalismo y el minimalismo que caracterizó la mítica y aún vigente Escuela de Bauhaus, son rasgos visibles y localizables. Esto sucede tanto en sus proyectos personales, como en aquellos que hace junto a su amigo Yosh Schreiner para el sello independiente Live From Earth (LFE), uno de los principales creadores de tendencias musicales de Berlín.
Es muy probable que, sin embargo, estas características las haya asimilado casi por osmosis y pura observación pasiva del entorno, y el resto lo haya construido él mismo, gracias a la influencia de su abuela, “ella falleció hace un par de años, siempre estaba pintando y haciendo cosas creativas, pero era sólo su hobby, después de la guerra no había dinero ni necesidad de gente que supiera pintar”, y también gracias a su profesor y, ahora, amigo, Götz Gramlich: “Él es un apoyo inagotable y no solo es alguien a quien puedo preguntarle sobre cuestiones tipográficas, sino mucho más importante: ¡sobre cuestiones de la vida!”
"La educación en los campos del diseño gráfico no es lo que uno esperaría que fuera en un país con una historia tan rica en diseño gráfico (como es Alemania)”
De donde no ha podido absorber tantos conocimientos y herramientas para su práctica de director creativo es de la academia; sus experiencias tanto en la Hochschule Mannheim como en la UDK Berlin, no fueron satisfactorias: «La educación en los campos del diseño gráfico no es lo que uno esperaría que fuera en un país con una historia tan rica en diseño gráfico. Siempre estuve buscando esa universidad que realmente me ayudara a convertirme en un buen diseñador, pero no la encontré. También fue frustrante estudiar en la UDK Berlín, aunque puede ser un buen lugar para algunos. Simplemente vayan allí, hagan amigos y estudien juntos, pero no esperen a que la universidad haga el trabajo”.
Con esta valiosa lección aprendida en primera persona, Tim se vio obligado a ser parte de komma magazine y a fundar “A Max a Month” durante su experiencia formativa, para dar salida a sus ganas de explorar la práctica del diseño y su propia creatividad. “La revista komma fue muy importante para mí porque, para ser honesto, no pasaba nada en la Hochschule Mannheim, por lo que los estudiantes tuvieron que tomar medidas por su cuenta. Y eso es exactamente lo que hicimos mi antiguo compañero de piso Steffen Hotel y yo. No solo participamos en la creación de la revista komma, sino que también comenzamos nuestra propio proyecto llamado ‘A Mag A Month’, donde diseñamos una revista cada mes sobre un tema que nos parecía interesante en ese entonces. Solo hicimos tres revistas en el transcurso de seis meses (risas)”.
“Soy una persona muy competitiva, así que solo ver a Yosh sentado a mi lado diseñando un nuevo póster de Berghain, me pone en marcha”
Esta proactividad nacida del auténtico afán por crear y diseñar, esta aplicación verdadera del do-it-yourself, se mezclan con un sentido del humor áspero pero efectivo (como todo buen alemán), y con sus ganas de pasarlo bien haciendo cosas con sus amigos. Tan simple como eso.
“No cambiaría nada en mi vida ahora mismo porque eso es con lo que estaba soñando cuando comencé a interesarme por todo tipo de diseño. Además, tal vez sea un mal hábito, pero soy una persona muy competitiva, así que solo ver a Yosh sentado a mi lado diseñando un nuevo póster de Berghain, me pone en marcha. Durante los últimos años me he sentido obligado a responder cada vez más correos electrónicos, ir a reuniones y pasar más tiempo fuera de la oficina. Pero cuando leo un libro nuevo, me topo con la web de un diseñador interesante o con cualquier otra cosa que me parezca interesante, la mayoría de las veces algo dentro de mí quiere llegar inmediatamente al escritorio y comenzar a diseñar”.
Aunque ni Tim ni Josh son los fundadores de LFE ni de su “Klub” (LFEK), sí que son responsables de toda la dirección de arte y el diseño gráfico de este proyecto musical en el que Tim empezó a trabajar en 2018, y al que luego se incorporó Josh en 2020. “El criterio para elegir a los artistas es, principalmente, la calidad de la música, el ser humano que hay detrás de la música, si encaja con nuestros valores fundamentales y si creemos que el enfoque artístico es interesante en algún sentido”. Y así es como, este proyecto se ha convertido en un aglutinador de los diversos subgéneros del techno: rave, dub, trance, IDM, EDM, entre otros, que hacen que este género se haya convertido en “patrimonio cultural” protegido por la UNESCO.
“Tengo curiosidad por ver qué nos aportarán las nuevas tecnologías, tengo la sensación de que sólo eso puede hacer avanzar las cosas en este momento”
Para terminar, y como trend-setter berlinés en los ámbitos del diseño y la música (que ya es MUCHO decir), Tim hace una reflexión final: “Tengo curiosidad por ver qué nos aportarán las nuevas tecnologías, tengo la sensación de que sólo eso puede hacer avanzar las cosas en este momento. Aunque lo parezca, no soy pesimista, siempre estoy investigando, leyendo libros y haciendo amigos. Me gusta hablar de diseño y de la vida e inspirarme en todo eso”.
Actualmente, Tim está trabajando en el estudio que acaban de crear junto a varios amigos (incluido Yosh) llamado “veryes”, y del que pronto podrás saber más si le sigues en su Instagram @timlindacher
