La vida de la fotógrafa chilena Nicole Kramm cambió por completo la noche del 31 de diciembre de 2019. Después de la cena de Año nuevo, alrededor de las 23 horas, mientras pasaba por delante del monumento a los carabineros con dirección a la Plaza de la Dignidad con un grupo de fotógrafos y audiovisuales, recibió el impacto de un balín en su ojo izquierdo. Unos operativos de las fuerzas especiales de carabineros ocultos en unas palmeras les estaban disparando balines directos a la cabeza.
“Vieron que llevábamos cámaras, no había confrontación, no había gente, no era una protesta ni íbamos protegidos, nos individualizaron y nos dispararon, tenían órdenes muy claras”.
Esa noche perdieron un ojo cinco personas más en ese mismo lugar a causa de disparos de balines y lacrimógenas, antes y después de que Nicole resultara herida. No pararon de disparar ni un segundo mientras los brigadistas de salud que hacían guardia en el GAM le atendían en el suelo, donde cayó fulminada tras el golpe. Sus amigos tuvieron que hacer de escudo humano y recibir los balines en la espalda para que pudieran realizarse los primeros auxilios. “Me acuerdo del ruido de los balines rebotando contra los escudos de los sanitarios que luego colocaron a mi alrededor y las voces gritando ‘¡trauma ocular, paren de disparar!’”. Pero no pararon.
Después de eso, vino el estado de shock inmediato, los temblores incontrolables, los vómitos, los mareos, la sangre chorreando del ojo, descubrir que había alcanzado a cerrar el párpado y que, por eso, no iba a perder el globo ocular, la criminalización por parte de los médicos, el trauma después del trauma.
“En la mañana, cuando me atendieron en el Hospital del Salvador, mi informe médico decía trauma ocular por agresión policial, y uno de los doctores que me vio, al leer eso, me trató como si fuera lo peor, ni me miraba. Le pregunté si en unos años más, con unos lentes, podría llegar a ver y él me puso un ejemplo horrible: ‘¿sabes esa gente que se tira un piquero en un río, se da con una roca y queda parapléjico? ¿Tú crees que si voy al mall y le compro las zapatillas más caras, va a poder caminar de nuevo? Obvio que no. Pues esto es lo mismo’”.
El diagnóstico final: pérdida del 95% de la visión en el ojo izquierdo. Y para casa a reposar. Nicole no aceptó eso y empezó a tratarse con todo tipo de medicinas alternativas que corrieron (y corren aún) por su cuenta: terapia floral, acupuntura, medicina mapuche, biomagnetismo, terapia neural con médicos anestesistas, ayuno intermitente,… En unos 20 días la inflamación había bajado y la sangre se había reabsorbido de forma sorprendente. Hoy en día sigue tratándose y mejorando, empieza a ver más claramente colores y formas, pero su visión ya no volverá. Nicole ha tenido que aprender a ver de nuevo, ha tenido que reconfigurar su herramienta de trabajo, sus ojos, y aún le queda un largo camino.
Documental por el 8M
Pero, al igual que el atropello por parte de una tanqueta de la Guardia Nacional bolivariana que sufrió el año pasado en la frontera entre Venezuela y Colombia, no le detuvo, este atentado a manos de las fuerzas del estado chileno, tampoco. Poco más de un mes después de perder la visión del ojo, un productor de Al Jazeera, medio con el que colabora habitualmente Nicole, le llamó para pedirle que liderara la grabación de un documental sobre el movimiento feminista en Chile que se estrena hoy con motivo del Día Internacional de la Mujer. No pudo decir que no.
“Empecé a buscar perfiles para mostrar en el proyecto y, de los 8 que les propuse, se quedaron con tres: Bárbara Brito, dirigenta de la organización feminista internacional Pan y Rosas y del Partido de Trabajadores Revolucionarios; Sofía Brito, egresada de derecho que denunció al profesor de la Universidad de Chile Carlos Carmona por acoso sexual; y Cheril Linette, artista que dirige el colectivo feminista Yeguada Latinoamericana”.
Después del estallido y hasta el 18 de febrero de 2020 se han reportado 439 casos de mujeres víctimas de violencia estatal, y 1.600 mujeres han sufrido violencia sexual, torturas u otros tratos crueles por militares o Carabineros de Chile
El documental hace un seguimiento de las tres durante dos días y trata, a través de sus activismos, temas tan importantes y actuales como la necesidad de una nueva Constitución feminista, el empoderamiento de la mujer desde diversos puntos de vista (incluso desde la crítica del concepto), el cuestionamiento del uso del lenguaje para referirnos a las autoridades, y la lucha colectiva de las mujeres en Chile, entre muchos otros aspectos de la causa feminista. El lado performático y visual que aporta la Yeguada hila los más de 10 minutos de cortometraje documental con imágenes que representan los femicidios llevados a cabo durante el último año en nuestro país.
“El objetivo del documental no es victimizar a la mujer, sino todo lo contrario, motivarnos a seguir luchando. Aunque hablemos de muerte y de abusos, que es el problema, también hablamos de la solución, y ésta pasa por permanecer juntas, actuar sin competir. Ese es el carácter del proyecto”.
Después de un rodaje intenso, complejo, duro, caluroso, con mareos, ganas de vomitar y un regreso a Plaza Italia lleno de ansiedad por la presencia policial, Nicole logró completar, con poco apoyo logístico y en tiempo récord, un trabajo bien hecho y con un mensaje contundente y necesario para este 8M.
Fruto de su tarea y su compromiso, Nicole ha tomado recientemente el cargo de vocera en Derechos Humanos de la Coordinadora del 8M y trabaja intensamente para hacer llegar la información necesaria a los medios, y para sanarse por dentro y por fuera de un ataque injustificado del que muchos han sido víctimas directas o indirectas. Hoy estará marchando con la Coordinadora de Víctimas de Trauma Ocular.