Tras numerosos viajes en su adolescencia acompañando a su madre por Latinoamérica, Pietro Paolini (Florencia, Italia, 1981), fotógrafo, decidió prolongar su estancia en este territorio hace casi dos décadas. Desde entonces, se ha dedicado a sumergirse en nuestra historia, narrándola a través de un lente amplio y de colores suaves, que nos permite apreciar una multiplicidad de detalles y las lógicas culturales y sociales que subyacen en partes de nuestro territorio.
Los proyectos de Paolini están profundamente conectados con el trabajo documental y con los conflictos de comunidades específicas en Bolivia, Ecuador, Colombia y Venezuela, donde la curiosidad y las vidas en estos lugares resuenan con su propio mundo. Pietro nos comenta que creció leyendo a los grandes clásicos latinoamericanos: Isabel Allende, Jorge Luis Borges y Gabriel García Márquez.
“Mi trabajo siempre ha estado guiado por la curiosidad. Muchas veces, lo que me inspira a fotografiar es algo que encuentra una conexión con mi ser, con mis ideas y con mi vida. Me atraen las comunidades que experimentan nuevas formas sociales y los procesos de cambio. Como en la vida, en la fotografía me interesan las transformaciones, los procesos en su devenir, donde la incertidumbre se mezcla con la esperanza”.
“Me atraen las comunidades que experimentan nuevas formas sociales y los procesos de cambio. Como en la vida, en la fotografía me interesan las transformaciones, los procesos en su devenir”
Entre 2004 y 2014, Pietro Paolini se asentó en varios de los territorios conquistados durante la colonia, encontrando un punto en común: la figura “independentista” de Bolívar. Durante este tiempo, observó los cambios sociales y políticos en Bolivia, Ecuador y Venezuela bajo los mandatos de Evo Morales, Hugo Chávez y Rafael Correa. Esta memoria híbrida, marcada tanto por el colonialismo como por los nuevos socialismos latinoamericanos, dio lugar a una fotografía cercana, sin filtros, que refleja el cambio de la memoria en estos lugares.
Esta serie culminó con su fotolibro Buscando a Bolívar, en el que el fotógrafo intentó escapar de los estereotipos convencionales con los que se representan estos países, buscando mostrar la complejidad de los eventos y las identidades, fuertes pero al mismo tiempo abatidas por estas formas de gobierno y su devenir en la praxis cotidiana. En lugar de ofrecer una visión exotista, Paolini, a través de su lente simple y amplio, busca mostrar las contradicciones e idiosincrasias de estos países en largos períodos de metamorfosis, invitándonos a reflexionar sobre los procesos sociales, políticos y de crisis que marcan su presente.
Esta larga migración lo llevó a presenciar y documentar procesos de crisis, cambios sociales y mucho dolor. En Ecuador, durante el mandato de Rafael Correa, el país vivió en una especie de cuerda floja engañosa, balanceándose entre la precariedad postcolonial y la llegada del “progreso”. Por un lado, su nueva Constitución permitió la nacionalización del petróleo y se realizaron inversiones en infraestructura que impulsaron una transformación cultural y económica. Sin embargo, esto no llegó a tal esplendor, pues sigue vigente una herencia de siglos de extractivismo sobre sus tierras y comunidades, junto a la constante vulneración de la tradición ancestral. Pietro nos comenta que su investigación visual se ha centrado en esta constante tensión entre el cambio y la resistencia.
En 2014, Pietro tuvo su paso importante por Venezuela, recorriendo la capital, las protestas masivas y las tensiones producidas en el territorio después de la muerte de Hugo Chávez y el inicio de la consolidación de la dictadura de Nicolás Maduro, tensionando constantemente a los derechos humanos y a las fuerzas de la oposición. Paolini retrata lo que es vivir en un país de extrema polarización. En esta serie titulada “Las dos mitades» el fotógrafo captura cómo el futuro democrático de la sociedad venezolana está cada vez más sumido en la crisis de sus instituciones, de sus afectos y de su gente.
“Mis relaciones con los principales países en los que trabajo van mucho más allá de la fotografía; mi vida se mezcló con el desarrollo de sus historias”.
“Mis relaciones con los principales países en los que trabajo van mucho más allá de la fotografía; mi vida se mezcló con el desarrollo de sus historias”
Pietro reflexiona sobre la importancia del momento presente al llevar a cabo un proceso documental, entendiendo que este puede extenderse durante los años que sean necesarios. Para él, lo fundamental es el “estar”: adentrarse en un contexto y comprometerse plenamente con su historia. Su trabajo se basa en una búsqueda constante mediada por la fotografía, que guía su intención.
“Mi vida siempre ha sido una dualidad: vivir una realidad europea y una latinoamericana, como las dualidades presentes en mis fotografías, entre lo real y lo imaginario, lo externo e interno, lo bueno y lo malo, lo negro y lo blanco, el capitalismo y el socialismo. En mis fotografías intento moverme entre estas dualidades. Perderme en ese realismo mágico me permite explorar una sensación de incertidumbre, de duda, de preguntas, y por un momento romper la dicotomía del juicio, abriéndome a la complejidad del mundo”.
“Lo que me parece interesante es cuánto se pueda, a través de la fotografía, representar el pasado y redefinir significados en un contexto contemporáneo. Este proceso de contextualizar en el presente es, para mí, la construcción de la memoria”.
Finalmente, Pietro Paolini nos habla de su proyecto actual, situado en México, donde está explorando lugares y comunidades afectados por conflictos ambientales derivados de dinámicas neocolonialistas. Explica: “Es un trabajo a largo plazo que seguiré durante varios años. El proyecto se llama Progreso y busca cuestionar y reflexionar sobre cómo este concepto puede tener múltiples significados e interpretaciones”.
Conoce más de su trabajo en @pietropaolini
