Hace más de una década, Francois Prost empezó a fotografiar fachadas de los clubs nocturnos que encontraba alrededor de su casa, en Francia. El barrio se le quedó pequeño y empezó a ir cada vez más lejos en busca de estos frontales, primero por Europa y luego a Estados Unidos. Y ahora, por consejo de su hermano –un ilustrador que viaja a menudo a África–, trasladó este interés hacía Costa de Marfil. “Me pareció interesante ir allí para documentar este tema, ya que hasta ahora solo lo había hecho en países occidentales”, comenta acerca de la elección de la lejana localización.
De este registro ya existen dos libros: el primero, «After Party», publicado en 2018, muestra clubes nocturnos franceses, y el segundo, «Gentlemen’s Club», es de 2021 y se centra en los clubs de striptease de Estados Unidos. Actualmente, Francois está buscando financiamiento para autoeditar y distribuir el tercero de la serie, “Club Ivoire”, a través de una campaña en Kickstarter, cuyo diseño y formato será igual que el segundo y se publicará por la misma editorial, Fisheye. Puedes contribuir al proyecto hasta el 23 de junio.
Francois describe un poco más profundamente esta triología: “Es un proyecto de fotografía de paisaje a través de clubs nocturnos. Estos lugares son universales y tienen elementos en común: luces de neón, la oscuridad que les rodea y no permite ver el entorno, la noche… Verlos y fotografiarlos de día te da otro punto de vista más antropológico porque puedes apreciar todos los detalles de la arquitectura, de los rótulos, los elementos de decoración, el entorno geográfico, etc. Por eso, son lugares que, bajo la luz del día, nos cuentan más sobre la cultura y la sociedad del país al que pertenecen”.
“Son lugares que, bajo la luz del día, nos cuentan más sobre la cultura y la sociedad del país al que pertenecen”
No es anecdótico que lo que se suela proteger de los edificios emblemáticos o históricos de una ciudad por parte de las entidades públicas suelan ser las fachadas. Lo que sucede en el interior, lo que no se ve, no es tan importante. Esas “máscaras” que vemos es lo que busca comunicar algo a las personas que pasan por delante, lo que les seduce y atrae, igual que pasa con los clubs que fotografía Francois.
“Además, centrarse en las discotecas es una forma de rendir homenaje a esos lugares. Representan espacios donde todos los adolescentes hemos tenido nuestra primera sensación de libertad, de entrar al mundo de los adultos, todos tenemos recuerdos de estos momentos”.
“Representan espacios donde todos los adolescentes hemos tenido nuestra primera sensación de libertad, de entrar al mundo de los adultos”
Para el desarrollo creativo de “Club Ivoire”, Francois viajó a Costa de Marfil, concretamente al festival Maquis Electroniq que tiene lugar en la ciudad de Abiyán y donde su hermano iba a impartir un taller de ilustración, y trazó un itinerario. “Viajé en bicicleta por las carreteras de la región, me fui a la aventura y fui descubriendo lugares distintos, reservando alojamiento a último minuto mientras recorría”. Una vez se publique esta tercera parte de la serie de libros de fachadas de clubs nocturnos de todo el mundo, el objetivo es exponer las imágenes en la próxima edición de este festival: “Esperamos que a la gente le guste”.