Marko C. (Zagreb, Croacia, 1990) creció en una ciudad que en la década de los 90s impulsó las expresiones culturales de la población croata, la cual poco a poco fue abriéndose al nuevo mundo capitalista. “Las herramientas digitales, los juegos y la estética computacional fueron una parte integral de mi infancia. Más tarde, en la escuela primaria, llegaron las caricaturas, y luego MTV con los videoclips y la cultura pop”.
Ya en la secundaria, Marko comenzaría a sumergirse en el hip hop y el graffiti, un arte que vivió su explosión en los años noventa y que pegó fuertemente no solo en las calles de Zagreb, sino también en la televisión y revistas. “A medida que aumentaba mi interés, conocí a más personas y gradualmente pasé a ser parte de la escena del graffiti. Durante la universidad tuve la suerte de tener un grupo de amigos con el mismo estilo de vida que yo: estudiábamos, trabajábamos y hacíamos graffiti juntos”.
Y es que, aunque corta, esta etapa terminaría siendo fundamental en la filosofía de vida del croata, que mezcla la experimentación y el romper reglas con un orden jerárquico de las formas. “Me encanta ese aspecto ‘bajo la superficie’ del graffiti y otras subculturas: grupos de personas creando sus propias reglas, construyendo un sistema que funciona fuera de las normas de la vida convencional”. Una manera de crear que lo llevaría, en su segundo año de universidad, a trabajar en una oficina creativa donde el artista aprendió a aterrizar en proyectos concretos las teorías que le enseñaban en clases. “Ese tiempo me gusta verlo como un entrenamiento tipo bootcamp, ya que me enseñó a trabajar con limitaciones y adaptar mis ideas para encajar en una visión más amplia. Además, aprendí a gestionar relaciones con clientes, trabajar con briefs reales y crear diseños que cumplieran objetivos comerciales concretos. También comprobé que trabajar con grandes clientes es totalmente posible cuando destacas por calidad y consistencia”.
No obstante, pasado un tiempo, la rutina de la oficina fue dinamitando el entusiasmo del diseñador, quien además empezó a tener aspiraciones que no encajaban del todo con el sueño corporativo. “Quería hacer trabajos que reflejaran mi propia sensibilidad, no solo buen diseño, sino algo arraigado en mi estética personal, mi gusto y el lenguaje visual que había construido durante años. Para mí, dejó de ser tan importante perseguir proyectos de alto perfil y pasó a ser más relevante invertir mi energía en trabajos que se sintieran personalmente satisfactorios y alineados con mi visión”. Eso, sumado al hecho de que había dejado de graffitear activamente y necesitaba algo donde poner su ‘espíritu, entusiasmo y energía’, sería el puntapié inicial para crear su propia marca: Appear Offline.
“Quería hacer trabajos que reflejaran mi propia sensibilidad, no solo buen diseño, sino algo arraigado en mi estética personal, mi gusto y el lenguaje visual"
Según Marko, el nombre Appear Offline -algo así como aparecer desconectado en español-: “me gusta por su dualidad, que también se refleja visualmente en mi trabajo: estás aquí, pero no estás”. Una marca o práctica creativa -como define en su sitio web oficial- centrada en la tipografía y la gráfica experimental. Esto a través de imágenes en la escala de grises que son distorsionadas, crudas, refinadas y reconocibles. “Me resulta útil imponerme ciertas limitaciones, que luego actúan como un elemento unificador en todo el proceso. Suelo perderme cuando tengo demasiadas opciones, y sabía que el color sería uno de esos elementos en los que pasaría horas y horas retrocediendo y cambiando. Además, quería que mi trabajo estuviera guiado por la simplicidad y creo que la combinación de blanco y negro se ve atemporal”.
JOIA: ¿Han afectado tus limitaciones de color a la hora de trabajar con clientes?
Marko C: Hasta ahora no. La mayoría sabe desde el principio que trabajo principalmente en blanco y negro, así que no esperan algo diferente. Al mismo tiempo, estoy abierto a trabajar con color, siempre y cuando se sienta equilibrado y tenga una conexión fuerte con mi estética general.
JOIA: ¿Podrías explicar la importancia que tiene la tipografía para una marca o producto, en especial para una persona ajena al diseño gráfico?
Marko C: Las palabras y las letras son algunas de las formas más básicas de comunicación visual, por eso tienen un impacto tan fuerte. También influye la forma en que se utilizan en marcas, publicidad y cultura popular, lo cual les da mucho poder social. Lo que me fascina de la tipografía es que, incluso después de tantos años de lenguaje escrito, las letras siguen ofreciendo posibilidades infinitas para experimentar y crear algo nuevo. Por eso uso la tipografía como el núcleo de mi práctica, ya que siento que todavía queda muchísimo por crear, especialmente más allá de los enfoques convencionales.
“Lo que me fascina de la tipografía es que, incluso después de tantos años de lenguaje escrito, las letras siguen ofreciendo posibilidades infinitas para experimentar y crear algo nuevo”
Para esto último toma como referencias el trabajo clásico de Herb Lubalin, así como también a sus contemporáneos como Parra, Horfee, Stefan Marx y Braulio Amado; quienes han reflejado la cultura del graffiti y el skate en su trabajo editorial. “Para mí fue crucial darme cuenta de que tanto el graffiti como la tipografía abordan las mismas preguntas, pero desde ángulos distintos. Fue un canal para unir todos mis intereses: tipografía, diseño, graffiti y arte, combinados en una forma cohesiva de expresión visual”, explica Marko.
Una búsqueda que lo ha llevado a experimentar no solo con las formas digitalmente, sino también a plasmarla en objetos de la vida real, como lo son las camisas, alfombras, pósters y telares que lanza de manera limitada para sus seguidores. “Me encanta cómo el trabajo en el mundo físico puede cambiar de significado dependiendo del contexto, nunca es unidimensional como en una pantalla. La misma palabra o frase puede significar muchas cosas diferentes dependiendo de cómo y dónde esté ubicada. También existe un elemento de textura, tela y táctilidad que da vida al diseño y lo hace más memorable y atemporal”.
Actualmente, Marko se encuentra terminando y comenzando nuevos proyectos de impresión. “Cuando no estoy trabajando en proyectos para clientes, me enfoco en trabajos personales”. Asimismo, saldrán a la luz ‘cosas nuevas’ a través de sus redes sociales, por lo que recomienda estar atento a las actualizaciones.
Conoce más de su trabajo en @appear___offline
