Así como un hogar se crea cuando se habita, un terreno toma sus cualidades cuando se recorre, se deambula y se explora. No ocupamos espacios inertes, sino que les conferimos personalidad y significado al usarlos y observarlos; los hacemos nuestros en una relación simbiótica, nos proyectamos y actuamos en ellos.
En 2022 entramos en estos nuevos terrenos –reales y metafóricos–, de lo teórico pasamos a lo práctico, salimos, nos acercamos a lo funcional. De la observación sin prejuicios de estos espacios diversos, surge la creación de lo que nos gustaría ver, tener y llevar.
No somos profesionales del trekking, pero llevamos años estando adentro y estando afuera, en entornos modificados o agrestes, en la ciudad o en la naturaleza, en contextos tan ajenos como propios. Los disfrutamos a nuestra manera, aprendemos y generamos una visión e identidad particulares al ocuparlos.
El resultado representa nuestra esencia itinerante, y toma varias formas y materialidades que esperamos recorran tantos sitios como personas.