Durante los últimos 5 años, el fotoperiodista colombiano Santiago Mesa (Medellín, 1992) ha estado recorriendo las laberínticas calles de la ciudad de Medellín retratando las distintas caras que adopta la violencia en la urbe. Las pandillas, el microtráfico y los asesinatos son algunos de los fenómenos que el autor se propone a visibilizar en su fotolibro “No Pase”, una propuesta impresa que narra una (posible) historia de la violencia a través de la mirada independiente del autor, la cual busca sobreponerse a la perspectiva amarillista de los medios.
“Me interesa que se hable de la violencia, que se planteen preguntas y se visibilice esta realidad”
“En Medellín ocurren hechos violentos todos los días y creo que no se habla lo suficiente sobre esta realidad. Los medios de comunicación y gobiernos locales instalan temas en la opinión pública que sólo sirven para su propio beneficio y camuflan las cifras de la violencia. Mi mirada de este tema es independiente, no dependo de estos medios para hacer mi trabajo y publicar la verdad. Lo que me interesa es que se hable de la violencia, que se planteen preguntas y se visibilice esta realidad”.
“Nos hemos vuelto insensibles ante la violencia, nos hemos acostumbrado a vivir así”
El punto de vista de Santiago, alejado de narrativas interesadas o superficiales, le ha permitido profundizar en algunas de las historias de violencia con las que se ha enfrentado. Y algunas de ellas le han impactado especialmente por la crudeza del hecho, por el proceso de identificación con las personas implicadas o por la injusticia que supone el poco valor de la vida en esta ciudad.
“Hay un capítulo que se llama ‘Ciudad luminosa’ y trata sobre el asesinato de Gonzalo Montoya por parte de la policía: el joven recibió un disparo a quemarropa por no detenerse en un control de tránsito. En Medellín la policía puede ser igual de peligrosa que las pandillas. Cuando revisaron la mochila de Gonzalo solo había libros porque venía de estudiar, tenía 21 años y yo en ese tiempo tenía 23. Este caso me impactó emocionalmente, tanto que después decidí profundizar en la historia y documentar cómo la familia enfrentó el duelo”.
Esta realidad violenta que enfrenta Colombia se ha vuelto parte del paisaje social, la sociedad lo ha normalizado. A través de la denuncia, la difusión y el retrato sin censura, Santiago propone combatir este adormecimiento social, y lograr que la mirada del observador se sensibilice conociendo las historias de las víctimas.
“Nos hemos vuelto insensibles ante la violencia, nos hemos acostumbrado a vivir así, como si no pasara nada. Para mi es importante sensibilizar a la población con historias que nos permitan volver a empatizar con las víctimas y su dolor. Creo esta podría ser una de las formas de colaborar para que este ciclo, que parece sin fin, termine”.
Actualmente Santiago Mesa se encuentra realizando una preventa del fotolibro “No pase”, a través de la plataforma Vaki, el cual se imprimirá en abril del 2023.