El torso, según las definiciones oficiales, es la parte principal del cuerpo, la que incluye el tórax, abdomen, pelvis, espalda y columna vertebral, además de contener la mayoría de los órganos fundamentales para la vida. Por eso, la palabra torso se puede relacionar con la diferencia entre la vida y la muerte, sobre todo cuando es utilizada por médicos forenses y periodistas de nota roja. Esta idea es el punto de partida y la clave para entender las imágenes que se incluyen en el libro “Torso”, del fotógrafo chileno Nicolás Wormull (Santiago, 1977), una obra que muestra la familia del autor, su círculo de amigos cercanos y los diferentes momentos cotidianos que suelen pasar desapercibidos en el día a día.
El autor nos cuenta que, después de varios años de trabajo, este fotolibro surge como un ejercicio personal de “cable a tierra” que le permite entenderse a sí mismo.
“Se me ocurrió el título Torso porque quería apelar al desnudo y, entendido como metáfora, el torso es la parte desnuda más grande del cuerpo. Así, un torso desnudo era como decir: ‘esto es lo que es y no hay más, este torso soy yo’. También siento que las connotaciones de la palabra torso llevan a imágenes mentales de algo expuesto, explícito, muy brutal, vinculado con el oficio forense o policial. Todo el proceso de edición y publicación del fotolibro me ayudó a conocer donde estaba parado, qué había hecho y fotografiado en el pasado, este proceso me permitió dar coherencia a toda mi obra anterior, y resolverla de forma madura”.
“Torso también se puede leer como un álbum familiar alternativo”
Una gran parte de las fotografías del libro se sostienen en torno a los registros que realiza Nicolás de su núcleo familiar, de su esposa y de sus hijos, colocando el foco principal en aquello más íntimo y privado. “En un momento de la crianza de mis hijos no salía a tomar fotos porque estaba completamente dedicado a ellos, por lo que fue muy natural para mí dirigir la cámara hacia ellos. Retratar a mi familia es también retratarme a mí, y cada vez que revisaba los negativos veía como yo miraba a mi familia, fue un proceso muy personal, por lo que Torso también se puede leer como un álbum familiar alternativo”.
A pesar de lo personal de la publicación, al revisarla, descubrimos que la intimidad cohabita con instantes de una narración sutil que no pasa desapercibida. Ambos mundos conviven y se amplifican para conformar fotografías explícitas. “La vida está llena de momentos provocadores que guardamos en nuestra memoria, incluso las escenas más fuertes y violentas quedan alojadas en algún lugar. Registro diferentes momentos que tienen que ver con la vida, la muerte y la sexualidad, y los transformo en memorias físicas. Creo que todos se pueden reconocer en estas fotografías porque provienen de experiencias que son propias de nuestra naturaleza”.
“Registro diferentes momentos que tienen que ver con la vida, la muerte y la sexualidad, y los transformo en memorias físicas”
Hace unas semanas, Nicolás Wormull publicó “Diaspora Letters” en colaboración con Ricard Estay, un proyecto que consiste en un diálogo epistolar fotográfico de diez meses. En el futuro, Nicolás espera trabajar junto al célebre fotógrafo Anders Petersen y lanzar un fotolibro colaborativo.
