La alta costura ya no existe. No hay alta porque no hay baja, en la moda todo convive. Y de la combinación de mundos surge el máximo potencial, la máxima creatividad. Superponemos capas de telas, de materiales con múltiples funcionalidades que adquieren distintas formas. Nos desviamos y divagamos porque no hacerlo sería aburrido.
De estos procesos y confluencias, del movimiento incesante entre los entornos que ocupamos, surgen las prendas de JOIA. Partimos de los básicos en su esencia, del color negro que se superpone a otro negro y crea texturas y reflejos en cuerpos que se cruzan, trasladan y mutan.
Las bases –los básicos– son los fundamentos sólidos que sustentan nuestra forma de ver la ropa. Cada prenda nueva es un pretexto para añadir un estrato más a este concepto que toma forma y compone nuestra visión.
En el negro habitan los colores e irán apareciendo.