José Andrade, aka FRASE8 (San Cristóbal, Venezuela, 1990), se toma muy en serio todo lo que hace, se obsesiona y lo perfecciona, es constante y prolífico, no se detiene. Todo lo que hace hoy en día surge de una infancia y adolesencia creativamente estimulada por su tío y su padre, que resultaron en un extenso imaginario alimentado por el dibujo, Art-Attack, el baloncesto, el skate, Space Jam y el graffiti, entre muchas otras cosas.
“Mi tío José (Q.E.P.D.) fue un pilar importante en mi educación; de él aprendí el dibujo, la caligrafía, las matemáticas y literatura. Me dijo unas palabras muy simples, pero que se impregnaron en mí: ‘Para aprender a dibujar solo debes seguir las líneas de lo que ves’. En ese momento era común que dibujáramos juntos y eso me motivó mucho a seguir haciéndolo por mi cuenta cuando él ya había partido. Con mi papá siempre disfrutamos ver el Art-Attack e imitar la mayoría de manualidades que mostraba ese programa de TV”.
A los 9 años, dibujó de memoria un Bugs Bunny basquetbolista y con él ganó un concurso de dibujo; desde entonces no dejó de bocetear logos de marcas gringas de skate con las que soñaba colaborar (Spitfire, Etnies, Osiris…). Su fijación con el skate le llevó al graffiti e inventó su tag, pero, intimidado por una “generación épica” de graffiti writers venezolanos, antes de salir a la calle, practicó su firma en las paredes de casa. Una vez en el exterior, quedó enganchado, se convirtió en algo que marcaría su carrera y que le llevaría a estudiar Diseño Gráfico.
“El graffiti y el skate te permiten moverte por la ciudad y la vida de una manera bien particular, te permiten conocer y experimentar lugares a los que no hubieses podido llegar solo. […] Gracias al graffiti supe que quería estudiar algo que me permitiera seguir dibujando letras”.
“Gracias al graffiti supe que quería estudiar algo que me permitiera seguir dibujando letras”
Y también desde el “egotrip” y el anonimato del graffiti, en 2015, eligió su seudónimo, FRASE8, inspirado en Razauno, el primer diseñador gráfico venezolano en colaborar con las marcas míticas de Estados Unidos (Carhartt, Stussy, Nike, 5Boro…), al que finalmente sumó el número 8: “Es el día en el que nací, pero aparte es un número muy místico, es el infinito y el infinito es abundante, y la abundancia trae consigo el success, es un acto cíclico que manifiestas y desde siempre he sabido que es mi número preferido”.
A través de esta “marca”, a la que, desde 2019 añadió “///STUDIO®”, José cataliza ideas y estéticas, explora y evoluciona, sin casarse con un discurso artístico concreto. “Es liberador. Me ha dado la posibilidad de colaborar con marcas y proyectos increíbles, porque se generan espacios en donde puedes crear desde tu visión”. Así es como ha podido trabajar junto a marcas como BOLD o Adidas en distintos formatos.
A pesar de esta versatilidad que le permite adaptar su creación a cada proyecto, incluso si es personal, tiene varios rasgos que son comunes tanto en sus proyectos de diseño como en sus piezas más artísticas (de ahí viene la definición de su bio como “Diseñador gráfico / Artista visual”): los colores vibrantes, los volúmenes geométricos, los logos pesados, las tipografías clásicas, el imaginario gráfico (ligado a un país con industria petrolera), y el compromiso con todo ello. Pero entre una práctica y otra, José detecta diferencias:
“Cuando hago arte, busco que sea un espacio meditativo para contemplar mis emociones, intento crear desde ahí. Ahora he estado pintando y desarrollando esculturas en mi estudio. Son reflexiones de algún momento particular de mi vida. El arte tiene que ser algo puro, fiel, honesto, algo que provenga desde lo más sublime de ti. Porque la obra deja de ser tuya cuando la exhibes, es como un hijo, y como en la naturaleza, ¡ojalá ese hijo se pueda defender por sí solo! Por otra parte, cuando hago diseño, pienso en cómo resolver una necesidad gráficamente, pienso desde lo estético y creo a partir de allí. Me gusta la experimentación en el diseño, me obsesiona mucho mi trabajo: he explorado el formato impreso, el diseño de indumentaria… posiblemente solo he publicado el 10% de todo mi trabajo. Quiero hacer un libro y exponer todas estas cosas. Disfruto de crear también solo por el hecho de crear”.
“El arte tiene que ser algo puro, fiel, honesto, algo que provenga desde lo más sublime de ti […]. Disfruto de crear también solo por el hecho de crear”
Aunque llegó a vivir a Santiago de Chile hace 8 años, José siente que sigue jugando como “visitante”, lo cual requiere de mucha disciplina y esfuerzo. Pero, no hace mucho, pudo volver a Venezuela y hacer una exposición individual, “All beef goes 2 the grill”, que recorría varias muestras de toda su trayectoria como diseñador y artista, todos sus alter egos. Un acto de liberación para un perfeccionista como él.
“La muestra reflejó un momento de catarsis, de arrojar todos mis imaginarios gráficos directos a la parrilla. No tenía mucho tiempo ni recursos, no lo medité tanto como de costumbre, quería liberarme y actuar. Fue un acto de honestidad, de mostrarme desnudo ante mis pares, ante la gente con quien crecí. Sentí nuevamente que tenía una casa y una familia con quien compartir mi plato de carne del asado, cosas que echaba de menos. Conectar con mi pasado fue bien revelador, emotivo y emocionante. […] Soy muy contemplativo, y el arte es el mejor lugar que se me da para expresarme”.
“La muestra reflejó un momento de catarsis, de arrojar todos mis imaginarios gráficos directos a la parrilla”
Uno de sus proyectos más recientes lo ha realizado con la marca con la que trabaja como Director de Arte desde hace 5 años, Below Apparel. Se trata de un vest tejido con unas ondas de calor en un fondo negro.
El desplazamiento de la materia es una corriente de pensamiento que he venido investigando y desarrollando estos últimos meses. Es algo que se conecta con mi realidad, con el hecho de moverme, de llevar mi casa sobre mi espalda, como los caracoles. La naturaleza también emigra y se desplaza, a veces en manada, otras veces para encontrar factores climáticos óptimos para poder aparearse. La onda de calor del chaleco, proviene de ahí, es la lectura de un mapa quizá o un destello de movimiento capturado desde una visión nocturna. Hoy día me encuentro gente en la calle ocupando esta prenda y se siente bien. La obra de arte deja de pertenecerte desde el momento en el que la exhibes”.
Actualmente, FRASE8, está trabajando junto a su socio Argenis en su taller HalfToneOffice, en el que exploran con las tintas y acabados en serigrafías, y desarrolla nuevos proyectos y prints que pronto verán la luz. “Estoy enfocado en llevar mi trabajo lo mas lejos posible, específicamente hacia otros continentes. Seguiré viajando lo mas que pueda, me siento un poco mas ligero sabiendo que pertenezco a todo y a la vez nada me ata. Soy afortunado de que mi trabajo me lo permita. Ojalá algun día poder regresar a Venezuela, y ser algún Cruz Diez o Soto en los 70’s, hacerme una casa en la playa disfrutar del mar Caribe, y desde ahí trascender en paz”.
Puedes seguir su trabajo en su cuenta de Instagram @frase8
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Fotos por: Maria Constanza ©2024