Cumplir 18 no se trata solo de sumar años, sino de mirar atrás y ver cómo ha crecido lo que uno cree.
El sábado pasado lo celebramos como nos gusta: música, arte, comunidad y memoria. Y adidas Originals fue parte clave de ese viaje. En el corazón de un edificio antiguo en Quinta Normal, entre graffitis, luces bajas y máquinas de arcade, adidas Originals se hizo presente con una energía que conecta directamente con lo que somos.
En la pista de baile, en los espacios de descanso y en la zona arcade, esa cápsula del tiempo donde volvimos a jugar Mortal Kombat y Pac-Man como si tuviéramos 10 años, adidas Originals fue parte de esta celebración de mayoría de edad otorgando premios y descuentos.
Ahí, en ese entorno urbano, adidas Originals encontró su lugar de forma natural. No llegó a imponer nada, sino a potenciar lo que ya estaba latiendo. En la pista de baile, en las áreas de descanso, en el arcade, una zona diseñada como cápsula del tiempo para reencontrarnos con juegos clásicos como Mortal Kombat, Pac-Man o Street Fighter, la presencia de adidas Originals se sintió: tanto en los premios como en sus descuentos para quienes participaron en las dinámicas de arcade, en las Superstar que pisaban fuerte el suelo, en la ropa que acompañaba a los artistas y también en el look de quienes llegaron a compartir esta noche con nosotros.
Pero más allá de lo visual, lo potente fue cómo adidas Originals se integró desde una cercanía genuina. Desde hace años, la marca ha entendido que la cultura no se apoya desde lejos: se vive desde adentro. Y esta celebración fue un ejemplo de eso. No hubo artificio. Hubo una lectura certera de la comunidad JOIA: expresiva, urbana, curiosa. Una comunidad que respeta el oficio, que ama el detalle y que valora la autenticidad y el pasarlo bien.
Una fiesta no se hace solo con luces y artistas. Se hace con la gente que llega, con las conversaciones que surgen, con los códigos que se cruzan en cada rincón. Y ahí también adidas Originals tuvo presencia a través de sus influencers y comunidad cercana: personas que representan el espíritu de la marca: creativos, músicos, diseñadores, performers, fotógrafos, skaters. Muchos llegaron luciendo piezas icónicas como las adidas Originals Superstar, las adidas Originals Campus, entre otras.
Entre los embajadores de la marca, estaba Pablito Pesadilla, DJ, que realizó un set especial esa noche.
Ahora que JOIA cumple 18, nos preguntamos: ¿hemos alcanzado la madurez? Puede ser. Pero si algo nos dejó esta fiesta es que madurar no significa apagar la curiosidad. Al contrario. Es entender mejor lo que uno quiere y tener más herramientas para expresarlo.
Y en ese camino, queremos seguir encontrando aliados como adidas Originals: marcas que no vienen a dirigir la conversación, sino a escucharla, vivirla y amplificarla.
Seguimos creciendo. Con memoria, con calle, con estilo. Y con ganas de seguir haciendo ruido.
