exposición caos mairo arde joia magazine

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«CAOS», una exposición de personajes ¿ficticios?

El próximo 25 de julio se inaugura en CityLab del GAM la exposición «CAOS», una muestra fotográfica auspiciada por el Museo de la Moda que involucra también moda y arte, y que surge del colectivo interdisciplinar «CAOS», el cual explora nuevas plataformas de exhibición para quitarle el carácter temporal a las imágenes digitales. A partir del 26 de este mismo mes y hasta el 13 de agosto podrás ver las piezas que incluye en este mismo espacio.

Las piezas son retratos de 24 personajes, que habitan distintos lugares y nichos sociales, y que fueron fotografiados bajo la producción completa del equipo creativo del colectivo. Las imágenes resultantes divagan en un universo en blanco y negro, tendiente a lo oscuro, que plantea más incógnitas de las que resuelve. 

«CAOS es una serie de 48 fotografías en blanco y negro que proponen, por medio de lo performativo, una reestructuración de las materialidades: nuevos entendimientos y texturas. Con una línea estética influenciada fuertemente por ideas punk y la marginalidad, los retratos proponen nuevas formas de entender la identidad por medio de un enfoque en el estilismo y el vestuario de autor. Así, los ideales iniciales del movimiento político se enfrentan a la modernidad».

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"Este trabajo busca resignificar lo que entendemos como contracultural utilizando la transgresión y los espacios alternativos"

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El discurso de CAOS se construye a través de lo visual, las ideas se hilan desde lo subversivo y las historias personales se sobreentienden y desprenden, o se imaginan.

«Los personajes de esta serie de fotografías no necesitan palabras para dejar en manifiesto su postura, pues la estructuración por medio de la moda es el relato que le da vida a cada uno. Apunta a la transformación de lo humano, la transición del personaje hacia el imaginario común. El contraste está siempre presente: luces y sombras, peinados, púas«.

Todo ello en formatos físicos y en pantallas que huyen de los efímero y se proyectan en el futuro como un registro que debe ser re-expuesto más adelante, cuando ya sea historia.

«Las fotografías expuestas en distintos formatos son acompañadas por piezas del vestuario ocupado y por extractos audiovisuales de algunos personajes. Una escenografía enriquecida por diferentes factores que en algún momento podrían haber sido contraculturales, pero que hoy se levantan como una crítica latente a una sociedad inundada por la cultura de masas».

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