El trabajo de Hypereikon nace desde una idea muy simple: “Nuestro trabajo problematiza y surge desde las ideas, conceptos y corrientes estéticas propias de habitar el internet contemporáneo, […] un mundo que no sentimos que sea paralelo ni separado de ‘la realidad’, sino todo lo contrario: es parte intrínseca de ésta”, señalan María Constanza Lobos (Los Angeles, Chile, 1996) y Sebastián Rojas (Santiago, Chile, 1996), creadores de este proyecto que experimenta con inteligencia artificial. Para ellos, acciones tan simples como chatear con amigos, conocer personas o crear proyectos por Internet son parte inherente e inevitable de la realidad actual. En otras palabras, el “mundo físico” no se abandona al estar en Internet.
Hypereikon deriva de la etimología de la hierba de San Juan: hypericum perforatum. El término significa algo parecido a “más allá de la imaginación” o “más allá de la imagen”. Esta idea expresa aquello que mueve al colectivo: la curiosidad, las ganas de experimentar y jugar con lo que ya existe y expandir sus posibilidades al máximo. El resultado de estas ideas pretende crear conciencia e interpelar a quien mire acerca de la proximidad entre lo digital y lo tangible, o sobre como uno es complemento del otro.
“Nuestro trabajo problematiza y surge desde las ideas, conceptos y corrientes estéticas propias de habitar el internet contemporáneo”
Conceptualmente, esto toma sentido cuando nos cuentan que Hypereikon comenzó como una banda musical. “Teníamos inquietudes muy similares y escuchábamos mucha música electrónica con un diseño sonoro digital. Nuestros gustos en común nos acercaban a querer componer música y crear visualidades a partir de procesos generativos”. Su alianza les llevó, poco a poco, a participar en múltiples performances y exhibiciones en varias partes del mundo, como el NFT París 2022 (el primer gran evento de la industria en Europa) o a exponer en galerías de Nueva York y en distintas ciudades de Chile. También han sido parte de charlas, conversatorios, talleres y ponencias en lugares como la Bienal Latinoamericana de Arte e Inteligencia Artificial.
Internet y sus infinitos recursos derivados para la creación, difusión y distribución de contenidos son su herramienta principal: mientras algunos son recelosos de conceptos como los NFTs, el metaverso o la (más trillada actualmente) inteligencia artificial, Hypereikon se instala en ello y encuentra ahí un mundo de posibilidades, una forma más de crear e imaginar. A partir de ahí, la experimentación se convierte en su materia prima, pero también es parte de su origen.
“La creatividad es casi algo innato cuando se entiende el computador como un espacio para el juego”
Constanza comenzó experimentando con los medios audiovisuales interesada en el sonido y la imagen: “La creatividad es casi algo innato cuando se entiende el computador como un espacio para el juego”, señala. Por su lado, Sebastián partió con un claro interés por el sonido, específicamente en la etnomusicología y grabaciones de campo –aquellas que no son hechas en un estudio como tal–. Para él, la creación digital va más allá de un fin utilitario, sino que es “un pasatiempo, una herramienta para crear, un espacio donde disfrutar, aprender y tener experiencias individuales y colectivas”.
En esa base lúdica se construye el trabajo de este estudio creativo, en donde lo digital parece cobrar vida propia y recorrer libremente diversos espacios y lugares, con un proceso creativo que funciona gracias al feedback constante entre ambos integrantes. Constanza y Sebastián generan proyectos a partir de imágenes y textos intercalando e intercambiando, de manera conectada diversas creaciones. “Generamos grandes cantidades de imágenes, siempre buscando explayar y expandir, con las características y artefactos propios de los modelos (tomados inicialmente), imágenes que interpelen la interpretación semiótica, que confundan y que mezclen conceptos”.
Este proceso creativo se basa en usar la inteligencia artificial como “imaginación artificial” e ir explorando e hibridando las posibilidades e imaginarios que se obtienen de las técnicas generativas. Así es como encuentran las aristas que luego potencian y poetizan para crear su obra. “Es un ejercicio de la memoria colectiva en Internet; a través del trabajo con imaginación artificial, generamos-capturamos-manifestamos recuerdos materializados en datos remanentes de la vida digital a través de síntesis, remezcla y retroalimentación”.
Hypereikon evidencia, así, la presencia cada vez más notoria de las visualidades que parten en lo digital/virtual sin pasar por lo físico, pero que, a su vez, se integran en nuestra percepción y experiencia, y han existido desde hace décadas. Es por eso que proyectos como el suyo y la comunidad en torno a ellos, es cada vez más grande, son “escenas donde el arte digital es recibido de manera visceral, con interés y una mutua apreciación por su creatividad y planteamientos […]. Es necesario que surjan más espacios y encuentros específicos, sobre todo porque ya muches nos reconocemos por Internet”.
Puedes seguirles en @hypereikon.
