Se conocieron en una fiesta en Buenos Aires al ser ambes seleccionades en una convocatoria fotográfica. Pero antes, Forever y la Chola ya se (re)conocían por redes sociales y se admiraban mutuamente como fotógrafes y artistas del colectivo lgtbqia(nb)+. Más adelante, el destino quiso que se encontraran de nuevo en la capital argentina.
El resultado de esa nueva coincidencia fueron estas imágenes en las que Forever fotografía la escena ballroom de Buenos Aires y la Chola fotografía a Forever en ese proceso, en esa experiencia, por las calles de lugares que recién conoce. Y éstos son los relatos que las acompañan:
Forever
“Viajé a Buenos Aires para expandir mi carrera de artista. Tenía muchas ganas de conocer hermanes marika fuera de Chile, conocer la movida artística y, por sobretodo, participar de la cultura Ballroom de la ciudad. Todos me recibieron como una hermana más de la camada; hice redes, amigues y familia en tiempo récord. Hoy la escena Kiki chilena y argentina se encuentran muy conectadas y se nutren mutuamente, así como también nos nutrimos de la escena de Perú y Brasil”.
“Vivir en primera persona esa hermandad me dio mucha perspectiva sobre la razón de ser de Ballroom y por qué estoy ahí. Las marikas necesitamos espacios donde poder articularnos políticamente porque vivimos en estado de emergencia constante. Seguimos lamentando muertes, como la de O’Shae Sibley en julio, un joven afrodescendiente asesinado por ‘voguear’ frente a una bencinera. O ataques de odio hacia compañeres como Amelia la Bellaka Horses y Pretty Keller quienes fueron apuñalades en la calle sin motivo. Los discursos de odio crecen y nuestros derechos adquiridos parecen deshacerse”.
“Uno de los recuerdos que me llevé de Buenos Aires ocurrió el 24 de Mayo, en la movilización por una ley de reparación histórica para las travestis sobrevivientes. Ese día marchamos desde la Plaza de Mayo hasta el congreso. Ahí mismo se montó un escenario donde las y les travestis compartieron el micrófono y nos contaron une por une sus historias. Fue una jornada emotiva, de llanto, risas, celebración y resistencia. Para el cierre, Casa Exilia abrió un ‘momento kiki’ y caminaron juntes mis hermanes de Ballroom, las históricas y muchas infancias presentes, fue hermoso”.
“Esa misma noche, mi hermana Pantera Juicy Couture junto a Faca, Yaya y Gosha fueron víctimas de un ataque de odio por parte por un grupo de hombres que las insultaron y las golpearon. Cuando llegó la policía, en vez de protegerlas, las tomó detenidas y las llevaron a comisaría. Se les negó el acceso digno a la salud. Violencia civil, policial e institucional en una sola noche, otra paradoja sombría”.
Texto y fotos por @archivoforever
Chola
“Migrar y mirar. ¿Será lo mismo? Aunque digan que no, estoy convencido de que sí. Desde niño quería viajar por el mundo haciendo algo, solo que no sabía qué. Cuando me encontré con la fotografía todo cobró sentido. ¿Por qué quedarme con la mala hierba del jardín y no con las rosas? Migré de Perú a Chile cuando tenía 19 años y, desde entonces, comencé a ser percibido y percibirme como alguien ‘distinto’. A esa edad no podía distinguir el valor y la autenticidad de ser migrante, lo especial que me hace”.
“Cuando me enfrenté solo al país más largo del mundo, tirando de mi maleta roja de sorteo unique que me regaló mi tía, automáticamente me amarroné, me amariconé y me enojé, como si algo quemase dentro de mí. Descubrí muchas formas de mirar, desde el amor y la euforia hasta la furia y la pena. Comencé a mirarme ‘más pa dentro’ como dice mi amigo Alvarito de San Javier en la séptima región de Chile. Qué bien cuestionarse quién eres y a lo qué le temes, ¿no? Larga vida al pueblo de Chile, que me adoptó sin papeles pero me dio todo lo que ninguna visa temporaria o prórroga estampada en el pasaporte con la cara del señor de Sipán, me darían”.
“Ahora llevo 9 meses en Buenos Aires, he aprendido que migrar también es dolor, pérdida, vacíos, canciones que son caricias y puñales. Pero bueno, ‘en la vida hay que hacer sacrificios’, me decía la mejor cocinera de Ceviche del Perú, mi madre Lita. El tiempo y la distancia son los míos, en el mirando migrando han sido solo puros ‘buenos aires’ para mis ojos, mi mente y mi corazón”.
“Mi trabajo me llevó a mirar mas allá del ‘fotografiado de siempre’, a mirar más a mis pares, a mis marikas, a mis marronas y mis migrantas. Mirarlas a los ojos y sentir que los quiero mostrar, que mi trabajo les puede inmortalizar y hacer eternas. ¿Será que también me inmortalizo cada vez que hago una foto?”
“Ahora Milei ganó en Argentina. Nos volvemos a ver amenazados (siempre podemos estarlo más). Pero las fotografías me siguen cruzando con gente en la que veo ese mismo afán que tengo por unificar, construir y resguardar a través de la imagen, como si en esta ciudad cada niñe naciera con una Kodak color plus en la mano”.
“En medio de esto me encontré con Forever, una militante cámara en mano de tomo y lomo. Sin pensarlo dos veces me presenté, dando por sentado que seríamos amigues solo por el hecho de ser chilena/latina. Para mi suerte, así fue. Qué lindo identificarte tanto con el trabajo y discurso de alguien y por fin conocerle, más aún aquí, en la ciudad de la furia”.
“Mientras locacionábamos por Villacrespo le dije ‘una chilena y una peruana haciendo fotos en Argentina, ¡la cordillera nos ha unido Maricón’. Y así, la ciudad de la furia también es la ciudad de las marikas, las negras, las marronas, las migrantas y las rechazadas. Y para muchas de ellas, así como para Forever y para mi, la ciudad de las fotos y la ciudad de los sueños”.
“Cuando terminamos las fotos fuimos a fumar a la plaza de los Andes. Conversamos sobre esta necesidad de compartir experiencias y de desahogarnos, porque ser artista es difícil, y más aún cuando te cruzan vivencias como las nuestras, alejado de lo blanco, cheto, hetero y cisgénero, que son aun muchos de los circuitos artísticos y culturales que nos gustaria habitar. Esa es la razón por la que conectamos, porque nos encontramos y nos reconocemos en esa ‘otredad’, nos refugiamos en ella y, desde ahí, seguimos haciendo nuestro trabajo. La colaboración es resistencia marika”.
Texto y fotos por @lavariantechola