Desde el puerto de Mar del Plata de Argentina, Tommy Scicchitano emigró a Buenos Aires con su tabla bajo el brazo para convertirse en profesional. Ya era para él “un estilo de vida, era estar todo el día patinando. Buscaba tener más horas andando y tratar de trabajar con el skate, ya que es una puerta infinita”. En la capital, volvió a migrar, pero esta vez de rol: tomó la cámara para registrar lo que hacían sus compañeros en las calles.
Sus videos en DELIVXRY cargan también el tiempo que lleva sobre la tabla, porque generan una sensación de tiempo estirado. No parecen grabados ayer, pero tampoco fuera de esta época. Scicchitano reflexiona sobre este efecto: “Yo creo que los videos que estoy armando se conservan bien en el tiempo. De alguna manera te dan la nostalgia de algo medio antiguo. Y los tiempos y transiciones de mis videos van un poco en contra de lo que pasa hoy en día, ¿no? Todo va más rápido. Hay unos planos más largos. Está mezclado el video un poco antiguo con el actual”.
Las cámaras que utilizó al principio fueron las Mini DV Sony VX 1000 y 2000. Ahora una digital HD Panasonic HPX 170. Si bien sigue trabajando en los dos formatos, precisa que “el HD tiene más visibilidad que el analógico”.
Parte de no ir tan rápido tiene que ver con que la sesión no gire solo en torno a filmar un truco. Los trucos aparecen de manera natural, como parte de la experiencia de salir a patinar. “La idea es que lo que nos conecte sea salir a despejarnos, dar una vuelta en skate, producir. Y si encima volvemos a casa con un truco grabado, ya es un éxito. Al final, se trata de pasar el mejor momento posible juntos”.
"Y si encima volvemos a casa con un truco grabado, ya es un éxito. Al final, se trata de pasar el mejor momento posible juntos”
“A veces les digo a los chicos ‘che, a mí no me interesa grabar el truco más técnico’. Yo prefiero estar grabando tres horas una rutina en una calle cruzando de vereda a vereda, transitando por el tráfico, a estar clavado en un spot haciendo el truco. Me gusta más mostrar la calle. También estoy en búsqueda de grabar lo que está fuera, ya sea un heladero pasando en una bicicleta, o un romance en una plaza, intento robar ese fragmento también”.
A quienes filma habitualmente es su crew, palabra que desde el concepto de labor común ha sido apropiada para ámbitos como el hip-hop. Acorde a la cultura del skate, invitar más gente a patinar es parte de lo que naturalmente sucede. Así también lo hizo cuando fue a Italia, para colaborar con la marca Thrasher. Eligió ese destino por la “calidad y cantidad de spots y arquitectura. El mármol predomina, también el color y la historia. Por ahí estás patinando un edificio que tiene más de quinientos años o mil años. Fue lindo poder experimentarlo”. Planea ir a Grecia con la misma crew pronto, atravesar todavía más las épocas.
En su crew, “hay una estética, entre la ropa, la música, la manera de grabar, entonces hace que los protagonistas estén bajo una misma pincelada. Muchas marcas, muchos diseñadores, ponen el ojo en la movida del skate”.
Tommy nos cuenta cómo aprendió su trabajo: “miré muchos videos de skate. Ahora estoy mucho más atento a la hora de ver películas. Tengo muchos amigos que me dicen que mi filmación es parecida a la de tal director, y yo, en realidad, no los vi, solo lo hice. No estudié cine, no estudié cámara, simplemente compré una cámara y salí a hacerlo”.
Sus amigos de Mar del Plata fueron claves en ello, también pioneros en los videos de skate en su país, como FAN SKATEBOARDING, con los que cambiaba la cámara para grabarse haciendo trucos. De afuera, evoca los videos de Transworld, que sacaban un video anual. “Duraba días, meses, en el boca a boca de la gente”.
Como espectador de esos videos, para Tommy la música siempre fue importante. “Me acuerdo de ver el video e ir a buscar al artista. Lo musical también es una experiencia en mis videos, es protagonista. No solo te llevás el recuerdo de lo filmado”.
En su casa de la infancia, las hileras de CD recorren de pared a pared, en todo tipo de género. Hoy, acorde a esa herencia, escucha música todo el día y cuando alguna lo conmueve se agrega a una playlist en Spotify llamada “Posible” para sus videos. En ella hay doscientos cincuenta y seis canciones, en casi quince horas. La mitad de ellas estima que las utilizó.
En esa carpeta pueden combinarse Prodigy, el cual ocupó en un trabajo de su amigo Gordopelota. con “Il volo” de Capinera. “Primero salgo a grabar y después en base a la estética, al protagonista, lo puedo mezclar con cierto género de música. Voy a este banco de música que tengo, los pruebo. Casi siempre funciona de esta manera. Hay veces que escucho un tema y digo ‘ché, esto tiene que ser clavado para esto’. Lo voy previsualizando también”.
“Primero salgo a grabar y después en base a la estética, al protagonista, lo puedo mezclar con cierto género de música"
Considera la movida trasandina del skate en su peor momento: “Argentina está quebrada. Es de los peores años que yo he vivido, escuchado y notado. Todo eso baja al presupuesto, Hay muy poco skater pagos hoy en día, sponsor. Hay sí, muy buen nivel de skate”.
Tommy ya se empina sobre la segunda parte de los treinta años. Acerca de crecer con el skate, afirma que “cuando estás en el día a día de patinar, te encontrás pibes de todas las generaciones, de veinte, treinta o cincuenta años. En ese momento que están todos reunidos no existe la edad, están todos en la misma vibra, la misma sintonía. El skate te hace sentir como en una juventud eterna. Yo lo veo en chicos que tienen cuarenta y cinco años, y dicen ‘no puedo creer que tenga esta energía, esta positividad’. Se caen y se levantan”.
Bajo esa misma geografía recorrida y filmada, le consultamos acerca del mejor spot en Buenos Aires: “No existe un mejor lugar, es lo que tengas en mente, es donde te sientas cómodo andando con tus amigos, ese es el mejor lugar para andar”.
Conoce más de su trabajo en @kokostreetsports
Escucha su playlist para JOIA SOUND SYSTEM aquí
