Desde sus inicios como estudiante de diseño industrial, hasta la creación de sus marcas Ail Manufacture y, posteriormente, Color Support, la trayectoria interdisciplinaria de Bayron Inostroza (Santiago, 1988) refleja una pasión innata por los procesos creativos y un compromiso con el diseño de mobiliario.
«Mi infancia estuvo marcada por el dibujo», recuerda Bay, quien durante su etapa escolar dedicaba más tiempo a crear caricaturas (a veces de profesores que no le caían muy bien) que a prestar atención en clase. Este temprano amor por la creatividad se complementó con una curiosidad técnica que lo llevó a desarmar y armar artefactos (lo segundo con menos éxito) y explorar su funcionamiento. “Me llamaban la atención los reproductores de música portátil de entonces, el diseño de estos que iban cambiando muy rápido”. En el liceo experimental artístico tampoco se terminó de centrar, “andar en skate y pintar muros llamaba más mi atención”.
Aunque su padre era mueblista, Bayron no se sintió inmediatamente atraído por esta disciplina. Fue el imaginario prometedor del diseño industrial lo que le fascinó inicialmente: “Quedé enamorado de esta descripción de la carrera que leí: ‘imagínate diseñar autos, reproductores de música, tecnología y cosas de uso cotidiano’.” A partir de ese momento, su camino quedó marcado.
Después de trabajar 2 años en oficinas, en 2014, fundó Ail Manufacture con la intención de crear una colección de mobiliario que reflejara su identidad como diseñador. La madera nativa, como el mañío, se convirtió en un elemento recurrente en sus diseños. El reconocimiento no tardó en llegar, con exhibiciones en espacios como el Centro Cultural La Moneda y participaciones en la Semana del Diseño de Milán en 2019. Sin embargo, fue después de este viaje que nació uno de sus proyectos más personales, junto a Magdalena Frezza: la banca “Reminiscencia”, una pieza que encapsula su pasión por el diseño escultural y colaborativo.
Color Support, su proyecto más reciente, marca una evolución en su enfoque creativo, más digital y alejado del diseño de autor al que estaba acostumbrado Bay. Inspirado por corrientes como la Bauhaus y el estilo Memphis, Color Support reúne además elementos geométricos simples y modulares para crear muebles que son tanto funcionales como expresivos.
Lanzado digitalmente en 2020 (en un contexto pandémico), este proyecto busca “democratizar el diseño” y posicionar el color como protagonista. Inostroza explica: “Democratizar no tiene que ver con el dinero […], es darle un papel protagonista y participativo en la sociedad, hablar sobre los objetos que usamos, que importancia tienen para uno, poner en contexto y valor el trabajo que hay detrás. Democratizar, en este caso, está relacionado con otros factores como el diálogo y el aprendizaje que obtenemos con las cosas que aprendemos o nos muestran”.
“Democratizar no tiene que ver con el dinero, sino con otros factores como el diálogo y el aprendizaje que obtenemos con las cosas que aprendemos o nos muestran”
Así, la filosofía de Color Support también aborda los desafíos del consumo y la producción. Si bien los muebles pueden no estar al alcance de todos, el proyecto busca ampliar su impacto a través de otros soportes. Desde indumentaria hasta pósters, cada colección ofrece formas accesibles de conectar con el diseño. “Si no puedes acceder al objeto-mueble, quizás sí a una polera con la silla en la espalda, o a la cerámica del personaje de la colección, o a una serigrafía enmarcada del mueble, que tendrá la misma duración que el mueble”, explica.
Otro aspecto destacado de Color Support es su carácter colaborativo, similar al que ya poseía Ail Manufacture (cuya imagen fue trabajada por Camilo Huinca y Francisco Meneses). Desde 2021, el proyecto cuenta con la participación de Cristóbal Jiménez, diseñador gráfico y fundador de Public Unpublic. Juntos han desarrollado una metodología que combina diseño de mobiliario con un universo gráfico rico en narrativas y personajes. “Nuestra metodología para diseñar es tener una base del diseño del mobiliario de Color Support que es el piso o la banca y, a partir de ahí, Cristóbal crea un universo gráfico en torno al mobiliario”, comenta Bay. Este enfoque ha dado lugar a piezas únicas, como una silla reinterpretada con materiales como madera de castaño y acompañada por personajes que cobran vida en serigrafías, cerámicas y hasta etiquetas para café en colaboración con Café Triciclo.
El trabajo de Color Support y Public Unpublic también refleja una actitud lúdica y experimental hacia el diseño. Cada colección se convierte en una excusa para explorar nuevas formas de interacción creativa entre disciplinas. Un ejemplo notable es la colaboración con Magdalena Frezza, diseñadora de indumentaria y textil, quien ha aportado sus conocimientos para llevar el proyecto más allá del mobiliario. “Trabajar con telas, calces y proveedores ha sido un camino de aprendizaje”, dice Bay, destacando la búsqueda constante de calidad y autenticidad en cada pieza.
El impacto de Color Support no se limita a los objetos físicos. A través de su colaboración con Public Unpublic, el proyecto ha generado un imaginario gráfico que dialoga con las piezas de mobiliario, creando un «versus» creativo entre ambos mundos. Este Color Support vs. Public Unpublic se manifiesta en cada colección, donde un personaje gráfico acompaña y complementa el diseño del mueble protagonista. Bayron comparte una anécdota que ilustra esta sinergia: “Cuando le presenté a Cristóbal el diseño de una nueva silla, la Sitial, él respondió con un personaje que literalmente le daba una patada al mueble, desarmándolo. Ese universo absurdo se transformó en una identidad muy marcada del mueble”.
“Lo interesante es la vuelta que le hemos podido dar a la marca, que no tan solo se ha quedado en muebles, pósters, serigrafías y cerámica… también pudimos incluir indumentaria y explorar nuevas colaboraciones”
A lo largo de los años, Color Support ha demostrado que el diseño puede ser una herramienta para fomentar el diálogo y la reflexión sobre nuestra relación con los objetos cotidianos. Al combinar formas simples, colores vibrantes y una filosofía colaborativa, Bayron Inostroza y el equipo han creado una propuesta que trasciende las fronteras del diseño tradicional. “Lo interesante es la vuelta que le hemos podido dar a la marca, que no tan solo se ha quedado en muebles, pósters, serigrafías y cerámica… también pudimos incluir indumentaria y explorar nuevas colaboraciones”, concluye Bay.
Puedes seguir su trabajo en @color.support