Las obras multifocales de Sean Morris
Como cuando observas el “Jardín de las delicias” de El Bosco, también podrías pasar un buen rato recorriendo con la mirada las múltiples escenas que suceden, simultáneamente, en las ilustraciones de Sean Morris (Perth, 1983). Sus obras multifocales son el resultado de crecer obsesionado con los dibujos animados y los cómics, de años de trabajo y estudio, tratando de sobresalir en una de las capitales más aisladas de Australia, buscando la mejor forma de expresar un imaginario, prescindiendo de las limitaciones que en algún momento se puso al mostrar su creatividad.
“Cuando tenía unos 20 años, mi trabajo empezó a destacar en internet y, finalmente, encontré mi público y conocí a más ilustradores, pude exponer localmente y, luego, en Sydney, Melbourne, Londres, Los Ángeles, Nueva York y Madrid. Fueron años de trabajo constante antes de que encontrara una voz como artista y se consolidara mi carrera como ilustrador. Ahora no me imagino haciendo otra cosa”.
Con una fuerte apuesta por el arte figurativo y una paleta de colores con tendencia al blanco y negro para la máxima expresividad de la línea, las ilustraciones de Sean muestran una gran diversidad de personajes que se mueven cómodamente dentro de los amplios límites del realismo mágico. “No quiero transmitir un gran mensaje, solo exploro diferentes aspectos de la vida con mis dibujos y trato de tener un efecto positivo”.



“No quiero transmitir un gran mensaje, solo exploro diferentes aspectos de la vida”
Si haces scroll en su Instagram, detectarás fácilmente un cambio de estilo en 2017, una adquisición repentina de seguridad en varios aspectos que no se percibía antes. Sean aclara el porque de esta variación.
“Tuve un accidente en 2017 y me rompí el brazo con el que dibujo, por lo que no pude trabajar durante un par de meses. Luego, cuando comencé a dibujar de nuevo, me pregunté, por primera vez, qué uso le quería dar a mi Instagram. Durante mucho tiempo había intentado publicar constantemente, para ganar seguidores y ampliar mi público, pero no estaba tan orgulloso del trabajo que había estado compartiendo. Me tomé un descanso de Instagram y traté de no pensar en la presión constante de publicar ni de ser tan estricto con mi estilo, quería hacer un trabajo más ambicioso. Comencé a aprender a usar más texturas y más detalles, a pintar más y a crear textiles. Todavía tengo más habilidades que quiero desarrollar, pero por ahora mi prioridad es trabajar en mi estilo de dibujo simple, en el que me siento seguro y puedo enfocarme en los conceptos en lugar de en los retos técnicos”.




Por otro lado, el aspecto multifocal de sus ilustraciones también empezó a surgir con más fuerza a partir de estas reflexiones creativas del artista. De este modo, no hay una escena que tome el protagonismo en las obras de Sean Morris; sean situaciones íntimas relacionadas con prácticas sexuales sadomasoquistas, o un grupo de perros de distintas razas, los personajes y personas que aparecen en las escenas se refuerzan y complementan. Así, el concepto de globalidad es lo importante y de lo que se desprende un mensaje claro: somos muchos y diversos, no hay buenos o malos, solo somos humanos que hacemos cosas.
“Me gustan las obras de arte que tienen muchas historias diferentes pasando simultáneamente. La vida no es nunca una cosa a la vez, sino muchos eventos y estados de ánimo superpuestos, a veces interconectados, pero en su mayoría separados. Me gusta que mi trabajo tenga esa energía de la comunidad, pero que, además, esté formado de muchas acciones individuales. Las diferentes interacciones que dibujo pueden no estar conectadas, pero se dan en el mismo contexto y eso les suma significados. Por ejemplo, puede haber una escena violenta, pero que logra un impacto menor por estar rodeada de escenas más pacíficas. En las obras que muestran diversidad sexual, el objetivo es mostrar un espectro de orientaciones y gustos en el que todas tienen la misma relevancia”.



“Me gustan las obras de arte que tienen muchas historias diferentes pasando simultáneamente. La vida no es nunca una cosa a la vez, sino muchos eventos y estados de ánimo superpuestos”
Durante la cuarentena, Sean estuvo trabajando en su proyecto “Commune”: propuso a su audiencia que le enviaran fotos de ellos mismos, de sus amigos o de sus mascotas, y prometió dibujarlos a todos gratis. “¡Tengo que dibujar unas 400 personas y solo llevo 100! Quizá termino en unos meses y hago un libro o una impresión gigante con todos los dibujos. Con esta iniciativa quería crear una conexión entre personas que estaban aisladas en diferentes países mientras estábamos encerrados. Hasta ahora, me encanta el proyecto, he tenido muchas interacciones hermosas con la gente”.


