Entrevista a Twee Muizen, «caretos» de lo real y lo irreal
Denís Galocha y Cristina Barrientos son Twee Muizen, un proyecto artístico común que nace del amor entre ellos y también por pensar «out of the box» y por su tendencia a alejarse del mundo corporativo. Como cuentan en su página web, el nombre del dúo significa «dos ratones» en holandés, el idioma del país que les unió. «Dos ratones que tratan cada muñeco como si de una escultura se tratase, un objeto artístico. Así, cada muñeco que te compres será una pieza única, pensada, dibujada, recortada, cosida y enviada por Cris y Denís».
Dentro de la multiplicidad de formatos, técnicas y estéticas que se engloban dentro de su repertorio, las máscaras que elaboran son una de las cosas que más llaman la atención por los significados tanto folklóricos como místicos que conllevan.



¿Cómo surge Twee Muizen?



El desarrollo del proyecto
«La evolución ha sido muy natural, los inicios -como para muchos proyectos que se gestionan en pareja- fueron difíciles, hasta que cada uno supo cual era su lugar en esto. En un inicio no había pretensiones de ningún tipo, disfrutábamos con lo que hacíamos y, al igual que nosotros fuimos creciendo y cambiando, Twee Muizen lo hacía con nosotros».
«Nuestros primeros trabajos tanto de art toy como de ilustración eran con un tono más infantil y creemos que ahora todo tiene un carácter más surrealista. En los últimos años del proyecto cobran más fuerza trabajos de muralismo y las máscaras. Además, nuestras raíces gallegas y el haber crecido en pequeños pueblos con mucha naturaleza a nuestro alrededor nos ha hecho centrarnos últimamente en nuestra cultura popular, intentando llevar a nuestro terreno cosas tan típicas gallegas como la cerámica de Sargadelos o los trajes ancestrales del entroido (carnaval de Galicia)».
«Cuando nos paramos a pensar que Twee Muizen va a cumplir 10 años nos parece de locos, en nuestros inicios mostrábamos nuestro trabajo en bares y locales y este año asistimos al festival de Pictoplasma a dar una conferencia delante de casi mil personas».



La diversidad de disciplinas y formatos
«A los dos nos encanta experimentar dentro de nuestros respectivos campos, Cris en el textil y Denís en el pictórico. Si es un encargo, los dos trabajamos las ideas y conceptos que queremos representar, a veces alguna obra de Denís inspira a Cris y viceversa. En ocasiones unificamos el proyecto mediante la gama cromática que utilizamos, de esta manera todo cobra un mismo sentido. Cuando no son encargos para clientes y estamos trabajando en nuestro proyecto más personal nos gusta formar colecciones o series en las que todas las obras tienen algo en común, ya sea respecto a colorido, formas o concepto».
«Toda la parte textil la lleva Cris y la gráfica y pictórica Denís, pero siempre nos estamos aconsejando, dando ideas el uno al otro. Como dos personas diferentes que somos no siempre vamos a pensar igual, pero hasta que no contamos con el beneplácito del otro, no terminamos el proyecto. Lo vamos cambiando o transformando hasta que nos gusta a los dos, a veces es una locura y hay más de una discusión, es como estar peleando con un cliente pero entre nosotros. Sin embargo, hemos conseguido tener un mismo estilo (casi) para todo. También firmamos bajo el mismo nombre ya que antes de preparar una expo, trabajo o proyecto pensamos lo que queremos representar entre los dos».
«Jugar a ocultar tu identidad tiene un significado enigmático que se lleva haciendo desde hace muchos años, ya sea en tribus africanas o en nuestro carnaval gallego»
Las máscaras de Twee Muizen
«Las máscaras surgen casi como un experimento y de una manera muy espontánea, como casi todos nuestros proyectos. Cris tenía un retal de pelo largo que le había sobrado de hacer un Yeti (tenemos debilidad por los personajes peludos). En este retal vio la forma de una barbilla y se puso a trabajar en él creando una cara peluda con rasgos y facciones de persona real pero exagerándolos. Cuando la terminó, nos la pusimos e hicimos una sesión de fotos, y descubrimos un personaje algo melancólico con una expresión que nos cautivó. Siempre nos ha gustado crear personajes y las mezclas de lo real e irreal, y aquí lo estábamos haciendo».
«El jugar a ocultar tu identidad tiene un significado enigmático que se lleva haciendo desde hace muchos años, ya sea en tribus africanas o en nuestro entroido (carnaval) gallego, es como convertirse en otra persona. Este primer proyecto con una máscara bordad se llamó «Caretos». Con esta técnica podíamos crear los rasgos, formas y colores que quisiéramos. Es muy importante la expresión que tengan, nos tienen que decir o suscitar algo, si no, no sirven».
«De momento, hemos colaborado con músicos, como el duo Dengue Dengue Dengue o el grupo Honolulu, también las hemos añadido a nuestras últimas exposiciones, como la que hicimos en «Spectrum» (Barcelona) o en el Instituto Cervantes de Berlín de la mano de Pictoplasma».




Proyectos de futuro



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