Entrevista a Ola Gutkowska: «Confío en la exploración libre»
La aparición del afiche en las calles como forma de comunicación visual masiva, determinó completamente la forma de pensar las imágenes que existe hoy en día. Su emplazamiento en el espacio público y la efectividad de este formato, se basa principalmente en el juego entre la imagen y el texto, sirviéndose el uno del otro para llegar al receptor. Dentro de la historia del afiche, el cartel polaco del siglo XX, usado para anunciar actos artísticos, exposiciones, obras de teatro y ballets, así como otros eventos históricos, resulta fundamental para entender las posibilidades expresivas del diseño gráfico, llegando a su punto más experimental entre los años 40 y 60, al incorporar la psicodelia y el dadaísmo en el desarrollo de un diseño de mayor valor conceptual.
Actualmente, los carteles o afiches se han instalado como una forma elemental de pensar las comunicaciones; desde los titulares en medios hasta los memes y las imágenes motivacionales de internet se basan en el diálogo entre imagen y texto. Nuestro presente hiper-mediatizado surge de estas experiencias previas, los fundamentos del afiche siguen vigentes, pero hoy habitan formatos virtuales, en movimiento o de realidad expandida. Bajo este contexto, conversamos con la diseñadora gráfica polaca Ola Gutkowska (Gdansk, 1990), cuyo trabajo se sitúa en esta disciplina para extenderse al diseño 3D y las estéticas digitales.



Ola llegó al diseño después de no haber sido aceptada, a los 19 años, en la Academia de Bellas Artes. “Eso me desanimó mucho, pero al mismo tiempo me dio la oportunidad de dar un paso atrás y probar algo diferente, fue la forma de tomar conciencia de que la única manera de expresarme de verdad era a través del arte y el diseño”, comenta acerca de ese momento y continúa, “en ese momento, la Polish School of Posters fue un referente, me dio una nueva perspectiva sobre el diseño gráfico como otra forma de arte, además de convertirse en una gran herramienta para encontrar soluciones gráficas”.

“La Polish School of Posters fue un referente, me dio una nueva perspectiva sobre el diseño gráfico como otra forma de arte”


Esta marcada influencia le llevó a explorar con el uso de la tipografía y a encontrar los mensajes y conceptos que quería transmitir a través de su trabajo.
“Uso la tipografía porque me gustan los mensajes simples, honestos y directos que pueden influir inmediatamente en cómo te sientes, o fomentar pensamientos más elaborados. Mis mensajes provienen de cosas que me importan y de luchas y pensamientos cotidianos, es una forma de conversar conmigo misma. Mostrarlos a la gente es una especie de autoterapia para generar la sensación de que ‘estamos todos juntos en esto’ y abrirme a los demás, lo cual, a veces, es complicado para mi porque sufro de ansiedad. Hay textos que vienen de los lemas o frases con las que nos han bombardeado en los últimos años: debes destacar, atreverte, esforzarte por ser perfecto… Quiero mostrar la otra cara de esa gran presión: a veces está bien ser solo normal, estar asustado o asustada, ser imperfectos”.

“Uso la tipografía porque me gustan los mensajes simples, honestos y directos que pueden influir inmediatamente en cómo te sientes, o fomentar pensamientos más elaborados”
En este espacio de libertad creativa, exploración emocional y mixtura de medios, Ola encuentra su comodidad creativa y da lugar a una expresión gráfica simple y atemporal, con trabajos racionalistas y una estética digital y saturada, donde el rosa -un recurso tonal que surgió en su obra al empezar la pandemia- funciona como “un regalo en un mundo que a veces puede ser aburrido o aterrador”.
Y es también desde este lugar de creación que la diseñadora colabora con Ilovedust, un estudio de diseño gráfico especializado en el diseño de conceptos creativos, modelado 3D, ilustración y branding. “Cada día es diferente en Ilovedust y todos los días aprendo algo nuevo, lo que lo convierte en un excelente lugar para trabajar”. Con esta misma actitud abierta a los retos creativos, afronta el futuro de su generación: “soy de la de la ‘Generación G’, no me importa en qué año naciste, sino tus ‘ganas’, tus agallas, lo que hay dentro de tu cabeza y lo que te hace una buena persona. Seguro que hay muchas personas que forman parte de esta generación que acabo de inventarme, aunque la llamen de otra manera”.



“Soy de la de la ‘Generación G’, no me importa en qué año naciste, sino tus ‘ganas’, tus agallas, lo que hay dentro de tu cabeza y lo que te hace una buena persona”



Es, finalmente, inevitable preguntarle también por el desarrollo de su práctica en el momento actual, en la virtualidad, en una industria cambiante en la que lo digital es de vital importancia. “Muchos dicen que lo impreso ha muerto, pero creo que es al contrario, ahora las publicaciones y trabajos físicos son más valiosos y apreciados. De todas formas, me siento privilegiada y afortunada de ser diseñadora ahora mismo, porque muchas otras áreas se han visto afectadas por la pandemia”, concluye optimista.
