Alan-Michael Duval: “Nunca hubiera imaginado que una cámara me hubiera llevado a donde estoy”
Los padres de Alan-Michael Duval (Nueva York, 1996) emigraron de Trinidad y Tobago a Port Chester (Nueva York), para darle una mejor vida a su hijo. Para ellos siempre fue importante estimularlo y darle una educación y una disciplina que le permitieran tener más oportunidades que ellos en el futuro. Cuando Alan-Michael tenía 16 años, se lesionó y no pudo andar en skate durante un buen tiempo. Su madre, para animarlo y después de ver algunas de las fotos que había tomado en su iPhone 4, le regaló una cámara digital. Fue en ese momento que él supo que quería ser fotógrafo.
Él mismo recuerda ese momento: “es muy difícil describir ese momento, pero si pienso en ello, nunca hubiera imaginaro que una cámara me hubiera llevado a donde estoy ahora. En ese momento no tenía grandes sueños, nada me gustaba especialmente, pero cuando agarré la cámara el lema ‘cuando lo sepas, lo sabrás’, tomó sentido. Desde entonces no me he cuestionado si esto era lo que quería hacer, solo tengo la sensación de que esto era lo adecuado. Deben confiar en el poder de la intuición”.



De ese chico nacido en Port Chester y criado en Long Island aún quedan rastros, tanto en su fotografía como en los sentimientos que inspiran sus imágenes. “Mi historia, mi origen y mi hogar es donde empieza todo, siempre me acuerdo de mis raíces. Mi trabajo ha evolucionado a medida que he ido aprendiendo más sobre fotografía y sobre otros artistas, y he podido obtener inspiración de cosas fuera del arte: la vida, las conversaciones con mis amigos y compañeros, mis padres,…”.

“Mi historia, mi origen y mi hogar es donde empieza todo, siempre me acuerdo de mis raíces”

Ahora que ya ha terminado su título en el Fashion Institute of Technology de Nueva York, podría describirse como un fotógrafo de moda, pero si observamos el trabajo editorial, personal, publicitario e incluso, los encargos que ha recibido Alan-Michael, detectamos una fuerte tendencia hacia el estudio de la representación de las personas de color y la diversidad. “En 2019 me tomé un descanso de la fotografía en general para encontrar mi propia voz. Me gusta la moda, pero mi objetivo es encontrar la manera de difuminar la línea entre la foto documental y la moda; quiero que mi trabajo parta de emociones, no solo de fotografiar modelos”.
Y completa esta afirmación: “Los jóvenes negros siempre han sido representados como una figura amenazante dentro de nuestra sociedad. Se les ha hecho creer a las personas con la piel más oscura que son inferiores, que no son valiosos, y eso genera un resentimiento muy profundo. Mi trabajo se fija en esa necesidad desesperada de obtener la igualdad, de ser incluidos, me siento orgulloso de mi negritud y quiero que haya diversidad dentro del mainstream. Lo que quiero representar y el mensaje que quiero transmitir es el de dar a conocer nuestra historia, la belleza de mi gente y nuestra cultura”.





“Mi trabajo se fija en esa necesidad desesperada de obtener la igualdad, de ser incluidos, me siento orgulloso de mi negritud y quiero que haya diversidad dentro del mainstream”

Durante la cuarentena, Alan-Michael estuvo trabajando en su primer libro, “To The Pavement”, un proyecto fotodocumental sobre la cultura lowrider en los Estados Unidos. “Creo que es mi trabajo más coherente hasta ahora y es especial para mí porque mis proyectos iniciales tuvieron relación con los autos. Es como un “regreso a casa”, un recuerdo de mis comienzos como fotógrafo”, comenta sobre el proyecto. Además, tuvo tiempo de reflexionar sobre lo que es realmente importante en la vida: la familia y la salud: “a lo largo de este período, he estado con mi familia, me he fijado nuevos objetivos, he trabajado en proyectos personales y he terminado mi título”.
