Entrevista a Tapas Duras, el culto al formato impreso
La palabra clave: aunar. Ana R. Leiva (València, 1969), Laura Donate (San Pedro del Pinatar, Murcia, 1979) y Blanca Sanfélix (Alfara del Patriarca, Valencia, 1989) representan a tres generaciones de la fotografía con una mirada común de la fotografía. Las tres aúnan esfuerzos en Tapas Duras, una editorial con base en Valencia dedicada a «mostrar y publicar proyectos cuyas ideas enriquezcan el panorama editorial».
Los primeros fotolibros publicados por Tapas Duras muestran el trabajo de sus tres integrantes, para después diversificar hacia otras miradas y realidades vistas desde los ojos de otros fotógrafos. El resultado define una clara tendencia por captar instantes y detalles que pasan desapercibidos, la visión alternativa de lo que nos rodea.



Cuéntanos, ¿qué hacéis en Tapas Duras y de qué inquietudes, personales y colectivas, surge el proyecto? ¿Quién forma parte de él? ¿Cómo salió el nombre “Tapas Duras”?
Las tres somos fotógrafas y diseñadoras. Los fotolibros nos permiten aunar las dos disciplinas: diseñamos y editamos trabajos tanto ajenos como propios, además de desarrollar nuestros proyectos grupales. También hacemos BookJockeys, un nuevo formato audiovisual, en el que se entrelazan libros de fotografía al compás de la música, todo proyectado en directo.
De menor a mayor y de tres generaciones distintas somos: Blanca Sanfélix, Laura Donate y Ana R. Leiva. Nos conocimos en un taller de fotografía llamado “Casa” y el vermut casero de Blanca terminó por sellar nuestra amistad.
Como lo que nos unía eran los libros y las tapas con el vermut, el nombre vino rodado. Curiosamente sólo tenemos un libro de Tapas Duras, lo nuestro es más una actitud, nos gusta explorar nuevos formatos, aunar fuerzas nos hace arriesgar y llegar donde de otro modo no llegaríamos.


En vuestra web decís que compartís la misma forma de entender la fotografía, y habláis de la importancia de la publicación en formato físico. ¿Podríais desarrollar un poco esta mirada común? ¿Qué debe tener una serie de fotos o un proyecto visual (estilísticamente y conceptualmente) para que lo incluyáis en vuestro catálogo?
Cuando nos planteamos un proyecto común buscamos una aproximación a la fotografía como lenguaje en sí mismo, creando narraciones metafotográficas donde lo cotidiano adquiere valor de extraordinario. Defendemos el formato impreso, no necesariamente de libro y sin negar el valor de otros formatos, pero ese es el que nos permite dotar a los trabajos de una solidez conceptual. No nos importa tanto la exigencia técnica, sino lo que cuenta el proyecto. Una idea que nos sorprenda y nos emocione. Huimos de los proyectos donde se abusa del recurso compositivo o la búsqueda de la estética.
“Creamos narraciones meta-fotográficas donde lo cotidiano adquiere valor de extraordinario”
Publicáis vuestro propio trabajo como fotógrafas, pero también el de otros artistas. Teniendo en cuenta que se suele ser más exigente con uno mismo que con el resto, pero también más subjetivo, ¿cuál es el método de trabajo en uno y otro caso?
Comenzamos publicando nuestros proyectos individuales y esto fue un aprendizaje fundamental para enfrentarnos al de los otros. En los proyectos ajenos siempre se mantiene cierta distancia y esto es mucho más liberador. Nos enriquecemos yendo de un lado a otro. Además somos tres, un número mágico, esto hace que no nos quedemos estancadas en nuestras propias visiones individuales
En Chile hay cierto contexto que está impulsando que cada vez más mujeres tengan presencia en un mundo artístico, y también fotográfico, comúnmente dominado por la mirada masculina. En vuestro caso, ¿tiene alguna importancia que seáis tres mujeres al mando de Tapas Duras?
Realmente no, surgió así. De momento no hemos sentido que se haya puesto de relevancia el hecho de ser mujeres por encima de creadoras. Lo novedoso es que seamos un trío fotográfico donde los egos individuales se diluyen. Por momentos no sabemos quién ha fotografiado o diseñado qué.
Dentro del formato impreso, no siempre apostáis por el libro (o foto-libro) en vuestros proyectos, sino que exploráis otras formas de presentar las imágenes, como en Hydor, Internet o Graffitis y Falleras. ¿Nos podéis hablar un poco de estas opciones?
El culto al libro de tapas duras es duro, a menudo resultan caros e inaccesibles para los propios fotógrafos. En ese sentido queremos reivindicar más el concepto de reunión de fotos, que puede ser muy potente, hacer un libro “bonito” no tiene que ser gracias a un gran despliegue de recursos (entelados, stampings, troquelados…). Ahora, si alguien se presta… ahí están para ser utilizados en coherencia con el contenido y su concepto.




“Hacer un libro ‘bonito’ no tiene que ser gracias a un gran despliegue de recursos”
Nos llamó la atención la relación entre el graffiti y las falleras en esa serie de Ricardo Cases, ¿nos podéis hablar un poco del origen de este proyecto y de su creación?
Fue como una relación de amor a primera vista, y nuestro primer diseño y edición que realizamos para otro fotógrafo, Ricardo Cases. En cuanto vimos las fotos se nos ocurrió la idea de encuadernarlas como si fuera un muestrario de tela. Las imágenes eran tan potentes por sí solas que queríamos que se apreciaran individualmente, el orden y la secuencia no es tan importante. Todos los ejemplares están agotados, peculiarmente el último se la llevó la Asociación de Estudios Falleros, pensábamos que no entenderían el juego y se iban a molestar pero al contrario, les encantó.
¿Cómo describiríais el panorama de lo impreso y la fotografía, así como del objeto de arte, en el contexto español actual?
La verdad es que estamos en momento de auge, un boom diríamos. Proliferan los festivales a nivel español y europeo, se está editando y autoeditando mucho. La posibilidad de hacerlo en tiradas y precios relativamente bajos lo posibilita. Esperemos que no sea todo una burbuja fotográfica de la que despertemos en unos años sumidos en la crisis absoluta. Crucemos los dedos.





¿Qué proyectos de futuro podéis anticiparnos?
Por suerte y por desgracia tenemos varias cosas en la cola. Lo más inmediato, en imprenta ahora mismo, el diseño del libro “How long is forever” de Tatjana Schloer. En marcha “Xufa” de Paco Llop, y varios más. También estamos con un nuevo proyecto en conjunto, que no queremos desvelar para que no se gafe.