Entrevista a Simón Sepúlveda: «El textil tiene un poder espiritual, sanador y mágico»
El chileno Simón Sepúlveda no habla un solo lenguaje al expresar su creatividad. Ilustración, animación, diseño gráfico y diseño textil, son algunos de los códigos en los que se maneja y que le han valido llegar a trabajar en Apple con la palabra «senior» al lado de la de diseñador en su cargo. Solo hay que entrar en su sitio web para deducir el funcionamiento de una mente colorida en continua creación.
Hace unas semanas nos envió su trabajo más reciente, una serie de tapices dentro de un proyecto colaborativo junto a Noel Saavedra, que serán expuestos en Berlín en pocos días (Monopol Provinzstraße 40, a las 18:00 hrs). Le pedimos que nos contara más acerca de ello en esta entrevista.


¿Podrías contarnos algún vivencia, situación, estímulo o persona de tu infancia o adolescencia que recuerdes que te condicionara a dedicarte a la creatividad en general y desde diversos puntos de vista?
Creo que mis papás son las personas que más me influenciaron de niño. Mi papá es director de cine, televisión y teatro y siempre me mostraba nuevas películas e ir al cine era un panorama normal los fines de semana. Por otro lado, mi mamá es directora de arte y no para nunca de hacer cosas, desde niño me llevaba a su trabajo donde iba aprendiendo nombres de materiales, procesos y otras cosas. En la casa también me entregaba materiales para jugar, entonces el estímulo era constante y cotidiano.
Estudiaste diseño gráfico, pero también un master en Territorio y Paisaje, ¿qué crees que te aportó esta última formación tanto profesional como personalmente?
Estudié ese Master para salirme de las soluciones preestablecidas que otorga el diseño gráfico, no quería restringirme a un listado de formatos de entrega. En ese sentido creo que el Master, al ser interdisciplinario, me aportó un distanciamiento de lógica diseñador-cliente-resultado y me ayudó a liberarme en ese aspecto. También creo que sumó una variable social a mi disciplina que en el diseño se usa de una forma super limitada. Si escucho la palabra innovación de nuevo en diseño, me mato.


Es innegable que eres un artista multifacético y multidisciplinario, lo cual algunos dirían que no permite destacar en nada a la vez que te convierte en un artista completo, al estilo de Dalí, ¿a qué dirías que responde esto? ¿Hay algo que realmente te guste más?
Para mi es más interesante y completo poder tener un modo de respuesta por proyecto más que siempre responder de la misma forma. El tener un estilo definido de trabajo me parece más una forma de ser catalogable o etiquetable para el sistema económico que una solución creativa. No sé si es lo que me gusta más pero el trabajo vectorial, gráfico y de colores planos es un método de respuesta que tengo a mano sobre todo cuando tengo que responder rápido.
¿Cómo fue la experiencia de trabajar en Apple? ¿Qué tipo de trabajo y proyectos concretos llevaste a cabo allá?
En Apple me tocó ser Senior Designer dentro de un equipo de cinco diseñadores a cargo de desarrollar el evento The Apple Worldwide Developers Conference (WWDC), uno de los hitos más grandes al año de la compañía. Desarrollamos toda la identidad gráfica, señalética, una pantalla animada en la fachada enorme, web, merchandising, etc. La experiencia fue súper positiva, me interesaba ver como trabajan en la compañía más grande del mundo, sus métodos, habilidades y recursos. Igual así para mi es demasiado jerárquico el sistema que tienen y con el fin de vender más productos, a mi me gusta más trabajar con centros culturales e instituciones más chicas.
«El tener un estilo definido de trabajo me parece más una forma de ser catalogable o etiquetable para el sistema económico que una solución creativa»
Cuéntanos acerca de tu trabajo textil, ¿tejes tú mismo? ¿Cómo difiere el trabajo creativo al enfrentarse a una materialidad tan distinta a lo digital o, por ejemplo, a un lienzo pictórico?
El desarrollo textil parte desde un concepto básico que es el de cobijar. El textil es maleable y acomodable, es algo que todos usamos y llevamos, y cuando lo cruzamos con temas contingentes como la migración es perfecto por que transmite un calor y una sensibilidad que lo hace influenciable al viento y a su propio peso. Es un objeto vulnerable en sí mismo, eso no lo hace un poster o plotter. Además sigue con la tradición de contar historias como lo ha hecho por muchos años el gobelino.
El proceso es a través de una máquina llamada Jacquard Loom. Dependiendo del caso genero la base ahí y después lo intervengo manualmente o en otros es esa la obra directamente.
En unos días vas a exponer en Berlín 12 tapices de grandes dimensiones. ¿De qué trata esa serie? ¿Cómo surge la posibilidad de mostrarlos en Alemania?
Primero que todo decir que es un trabajo colaborativo con Noel Saavedra. Así es, serán 12 tapices de 3x3metros cada uno y el tema es una re-versión de la danza macabra o danza de la muerte, un movimiento de arte medieval tardío en el que se presenta la muerte como un momento de justicia ya que todos mueren inevitablemente: reyes, guasones, reinas, esclavos.
Quisimos trabajar y re-versionar este movimiento pero con temas actuales en búsqueda de la justicia, por eso hicimos tapices con temáticas como la muerte y el migrante, la muerte y los chalecos amarillos, la muerte y la naturaleza. También elegimos esta temática por que el textil tiene un poder espiritual, sanador y mágico en diferentes culturas y queríamos plasmarlo a través de una temática no terrenal. Los tapices los desarrollamos en una fábrica en Alemania con el fin de lograr grandes formatos y a partir de eso conseguimos una casona antigua en Berlín para mostrarlos.

«El textil tiene un poder espiritual, sanador y mágico en diferentes culturas y queríamos plasmarlo a través de una temática no terrenal»
Ahora vives en Barcelona, ¿cómo está la situación por allí? ¿Cuál crees que es el estado del diseño y el arte en Chile?
La situación en Barcelona a nivel político está crítica por que los encargados de organizar el referéndum de la independencia de Cataluña hace dos años fueron sentenciados a muchos años de cárcel y la gente, con justa razón, está protestando. Esto ha sido lo más importante a nivel personal y colectivo, estoy trabajando y colaborando con gente de acá. El estado del diseño y el arte creo que es bajo y muy nostálgico, hay demasiado foco en mirar hacia el pasado y también muy poca capacidad de riesgo y abstracción, suele ser concreto y muy blando. En ese sentido el arte me parece a un millón de años luz del diseño, tiene personalidad, uso de palabras como un gran gesto y una riqueza mucho mayor.
¿Qué proyectos de futuro tienes?
Además de esta exposición haré una exposición en enero en el persa Victor Manuel (Chile), iré a Nueva York porque el Art Directors Club me nombró “Young Gun” que es un reconocimiento como una de los 30 personas de la industria creativa de 30 años o menos para destacar a nivel mundial y te organizan reuniones y encuentros con otros actores de la industria creativa. Además estoy desarrollando la identidad visual para un nuevo centro cultural en Brooklyn, Nueva York, la gráfica para un restaurant en Chile y una exposición en Barcelona.


